DYLE Nº 25

La práctica del juego ante los desafíos de una formación profesional
Valentina Haas Prieto
Profesora Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
Resumen: El artículo aborda la temática del juego y su potencial educativo a través de una experiencia de práctica vinculada a éste en una institución no formal. Profesores en formación de Pedagogía en primaria implementan un juego creado por ellos, destacando la valoración positiva de la experiencia, desafíos y la importancia del trabajo colaborativo.
Palabras clave: Prácticas, juegos, Pedagogía Básica.
Introducción
El juego es un término polisémico que se presenta en nuestra vida desde sus orígenes y que se asocia con la recreación, trascendiendo a una actividad lúdica; Desde un enfoque educativo, permite la exploración del entorno, el desarrollo cognitivo, la autonomía y la socialización (Piaget, 1969; Montessori, 1966; Vygotsky, 1996; Bruner, 1972). UNICEF (2018) lo reconoce como un derecho fundamental de la infancia, subrayando su relevancia para el bienestar emocional y la construcción de conocimiento. Por lo tanto, garantizar el acceso al juego se vuelve crucial para promover un desarrollo saludable y equilibrado, indispensable para el bienestar infantil (Sánchez, 2000).
En el ámbito pedagógico, el juego ha sido reconocido por Tamayo y Restrepo (2017) como una mediación educativa poderosa, estableciendo que no es solo una herramienta de enseñanza, sino una forma de hacer que el aprendizaje sea significativo (Ausubel, 1962). A nivel cognitivo, Piaget (1969) subrayó que el juego es indispensable para el desarrollo mental de los niños. Al jugar, no solo ejercitan habilidades cognitivas como el pensamiento lógico y la resolución de problemas, sino que también desarrollan la capacidad de comprender y organizar el mundo de una manera cada vez más compleja.
Vygotsky (1996) también enfatizó que el juego es una herramienta de desarrollo en la que los niños, al interactuar con otros y con el entorno, avanzan hacia una mayor comprensión de sí mismos y del mundo. El concepto de “zona de desarrollo próximo” es relevante aquí, ya que el juego proporciona un espacio en el que los niños pueden alcanzar nuevos niveles de desarrollo con el apoyo de otros, ya sean adultos o compañeros de juego.

“Para Montessori (1966), el juego está estrechamente vinculado al aprendizaje autónomo. Sostiene que, cuando los niños se sienten felices y seguros, pueden explorar libremente, lo que favorece su autonomía y el desarrollo de su pensamiento independiente y creativo.”
El juego también desempeña un papel fundamental en la socialización de los niños. Según Sánchez (2000), mediante el juego, los niños aprenden a negociar, a ponerse de acuerdo en reglas y estrategias, y a compartir emociones y percepciones sobre sí mismos y sobre los demás. Este proceso de interacción les permite entender normas sociales, experimentar con roles y desarrollar competencias emocionales, como la empatía y la gestión de conflictos. Además, mejora la confianza en las propias capacidades, un aspecto clave para el aprendizaje, ya que fomenta la perseverancia y el enfrentamiento de errores de manera constructiva. El juego enseña a los niños a buscar alternativas ante los errores, minimizando las consecuencias negativas de éstos (Sarlé, 2019)
Más allá de su impacto en el desarrollo individual, el juego es también un fenómeno cultural que refleja los valores, creencias y prácticas de las sociedades. Huizinga (2000) destaca que el juego es una parte integral de la cultura, y a través de los juegos tradicionales y populares, las comunidades transmiten conocimientos y costumbres. De este modo, el juego actúa como un vehículo para la conservación y transmisión cultural.
Asimismo, el juego se reconoce como una estrategia esencial de aprendizaje. Según Unicef (2018), el juego no es solo una forma de ocio, sino una herramienta pedagógica clave para el desarrollo de habilidades cognitivas, sociales y emocionales. Al involucrarse en actividades lúdicas, los niños no solo exploran nuevas ideas, sino que también aprenden a coordinar acciones, tomar decisiones y trabajar en equipo, lo cual tiene un impacto directo en su capacidad para aprender y desenvolverse en contextos académicos y sociales.
En síntesis, el aporte del juego a la formación y el aprendizaje es invaluable y su validación a nivel educativo debiera ser un consenso.
Experiencia práctica
La práctica se llevó a cabo en la asignatura “Juegos y Aprendizaje” en un centro comunitario de Valparaíso, con niños de 5 a 18 años en talleres de aprendizaje curricular y socioemocional. Las fases fueron:
- Diseño: Identificación de necesidades y preferencias del grupo.
- Planificación: Definición de reglas (estructura lúdica) y contenido lúdico (temática)
- Retroalimentación formativa: Evaluación previa a la implementación.
- Aplicación: Implementación en talleres del centro.
- Reflexión y evaluación: Análisis de aprendizajes y desafíos.
En la figura Nº1 se establecen las etapas en la planificación del juego, las que comienzan con la asignación del tipo de taller por parte de la Directora del centro Ludoteca. Este taller, como se señaló, puede ser el de aprendizaje, con énfasis curricular o bien el taller de juegos y emociones, más centrado en lo lúdico y actitudinal. Posteriormente, los profesores en formación deben centrarse en las características etarias, gustos, necesidades e intereses de los eventuales jugadores para así pensar en un juego que responda al tipo de taller y las características de los jugadores. Posteriormente, se deben centrar en definir el juego y más específicamente, la estructura lúdica: reglas y el contenido lúdico: de qué se tratará el juego. Una vez hecho todo esto deben modificar o adecuar el juego creado o adaptado. Finalmente levantan el prototipo (bosquejo del Juego). Una vez realizadas estas fases, el profesor a cargo de la asignatura procede a la evaluación formativa y retroalimentación de la propuesta. Una vez aprobada, se procede a su implementación en el centro.
Evaluación de la Experiencia
Los profesores en formación, finalizada su práctica y como parte del cierre de la misma (ver figura nº1), elaboran un informe reflexivo sobre la experiencia vivida en el centro, en el que destacan lo siguiente:
a) Fortalezas:
•Motivación y mejor disposición al aprendizaje.
•Desarrollo de habilidades colaborativas.
•Implementación de metodologías activas en la enseñanza.
b) Desafíos:
•Necesidad de flexibilidad y adaptación.
•Inexperiencia en diseño de juegos estructurados.
•Gestión de grupos en entornos no formales.
Estos hallazgos coinciden con estudios previos (Carpio Lozada, 2020; Salcedo et al., 2024), destacando la importancia de preparar a los docentes en el uso efectivo del juego en la enseñanza.
Conclusión
La práctica de juegos en el centro Ludoteca representó una instancia de gran aprendizaje para los futuros docentes de primaria. A diferencia de una institución formal de educación, en este espacio los asistentes llegaban en momentos distintos, con una variabilidad en la cantidad de participantes (de uno a diez) y en sus edades, lo que solo se conocía al momento de la aplicación. Este escenario exigió a los docentes en formación desarrollar una alta capacidad de adaptación, gestionar emergentes y demostrar flexibilidad en la presentación y mediación del juego.
La evaluación de la práctica estuvo a cargo de la Directora del centro, mediante observación directa, y de la docente responsable, a través de informes reflexivos. Los criterios considerados incluyeron la coherencia y pertinencia de la propuesta, la estructura del juego, su contenido lúdico, la calidad del diseño y las estrategias de mediación implementadas.
En definitiva, el juego sigue sorprendiendo por sus múltiples posibilidades y su impacto en el desarrollo cognitivo, social y emocional. Su incorporación en la formación docente fomenta la creatividad, la adaptabilidad y el trabajo colaborativo. Sin embargo, para su implementación efectiva en distintos contextos educativos, es fundamental contar con una capacitación específica. Se recomienda continuar explorando su impacto en la educación y diseñar programas que favorezcan su integración en la enseñanza.
Referencias Bibliográficas
Ausubel, D. P. (1963). The Psychology of Meaningful Verbal Learning. Grune & Stratton.
Bruner, J. (1972). El proceso de educación. Harvard University Press.
Carpio Lozada, E. (2020). El impacto de los juegos cooperativos en el desarrollo social y emocional. Revista de Psicología Educativa, 12(3), 45-59. https://doi.org/xxxxxx
García-Sánchez, R. (2019). Historia del juego como ocio y las artes. Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, 41(114), 8-37. https://doi.org/10.22201/iie.18703062e.2019.114.2664
Gonzáles, R. (2020). Las prácticas del juego contextualizado. Lúdicamente Juegos, juguetes y jugadores, 9(18), 1-16.
Huizinga, J. (2000). Homo Ludens. Madrid: Alianza/Emecé.
Ginsburg, K. R., Committee on Communications, & Committee on Psychosocial Aspects of Child and Family Health. (2007). The importance of play in promoting healthy child development and maintaining strong parent-child bonds. Pediatrics, 119(1), 182-191. https://doi.org/10.1542/peds.2006-2697
Perry, B., & Winfrey, O. (2023). ¿Qué te pasó? Zenith Editorial Planeta. ISBN: 978-84-08-26662-4
Piaget, J. (1969). Psicología y pedagogía. Madrid, España: Ariel S.A.
Montessori, M. (1966). El método Montessori: Un plan para la educación infantil. Editorial Trillas.
Sánchez, G. E. (2000). El juego en la educación física básica, juegos pedagógicos y tradicionales. Colombia: Kinesis.
Salcedo, A., et al. (2024). El juego como herramienta pedagógica: Fomentando la atención y la motivación en el aula. Revista de Psicología Escolar, 29(1), 60-73. https://doi.org/xxxxxx
Sarlé, P. (2012). Juego y Educación Infantil. Buenos Aires: Fundación Navarro Viola. Consultado 26 de agosto de 2020, en http://www.codajic.org/sites/www.codajic.org/files/juego_y_educacion_infantil.pdf
Tamayo Giraldo, A., & Restrepo Soto, J. A. (2017). El juego como mediación pedagógica en la comunidad de una institución de protección, una experiencia llena de sentidos. Latinoamericana de Estudios Educativos, 13(1), 105–128. https://doi.org/10.17151/rlee.2017.13.1.6
UNICEF. (2018). Derechos fundamentales del niño.
Vygotsky, L. S. (1996). El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. Madrid: Akal.
Whitebread, D. (2012). The importance of play. University of Cambridge. Escrito para “Toy Industries of Europe” (TIE), 21-24. http://www.csap.cam.ac.uk/media/uploads/files/1/david-whitebread—importance-of-play-report.pdf