Los años de la infancia son el tiempo para preparar la tierra

Rachel Carson,
La Primavera Silenciosa

El Majuelo es un proyecto de innovación y pedagogía activa en la Naturaleza de segundo ciclo de educación infantil 3-6, homologado por la Consejería de Educación. Somos una Cooperativa de educadores sin ánimo de lucro que en el año 2018 nos aliamos con el Centro Transdisciplinar de Investigación en Educación (CETIE) de la UVA y con la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León (dentro del complejo PRAE) para poner en marcha el primer proyecto de educación para la sostenibilidad a través de metodologías activas en contacto con la naturaleza en Valladolid. Somos, además de centro educativo de segundo ciclo, un proyecto piloto comprometido con la actualización científica sobre pedagogías activas, con la formación de equipos directivos y pedagógicos; y centro de observación para visitas pedagógicas de profesorado y alumnado de facultades de educación y ciclos formativos de toda Castilla y León.

El Majuelo nace con la vocación de ser un espacio de acción e investigación educativa en un contexto de emergencia social y crisis climática. Somos un espacio vivo y abierto, con una metodología de trabajo activa que nos lleva inexorablemente a replantear la Educación Ambiental como una educación orientada hacia el desarrollo sostenible; y a replantear el rol de los educadores como motores de la transición pedagógica que reclama el momento que vivimos con el objetivo común de formar una nueva generación comprometida con la sostenibilidad hacia un cambio cultural.

La ubicación privilegiada del edificio de la escuela en el parque ambiental PRAE, un edificio rodeado de agua construido sobre una antigua acequia con criterios bioconstrucción y eficiencia energética, abogando por un centro escolar bioclimático integrado en la naturaleza e insertado en los principios de sostenibilidad constituye un elemento de vital importancia para delimitar nuestra metodología. El Majuelo está ubicado a las afueras de Valladolid, en una antigua cañada por la que todavía pasan rebaños, el entorno que rodea nuestra escuela es de carácter rural: campos de cultivo, acequias de riego, arboledas, campas asilvestradas… Por eso, el conocimiento del entorno, uno de los objetivos constantes de la educación infantil, es para nosotros un acercamiento cotidiano a la naturaleza y sus formas de vida. Nombres como la alameda, el pinar, la acequia o la cabaña de las moreras, son los que utilizamos como referencias para estructurar el amplísimo territorio por el que paseamos con nuestros alumnos y alumnas. La educación no debería quedarse encerrada entre las paredes de la escuela.

Aunque muy humanizado por la cercanía con el medio urbano, nuestro espacio inmediato mantiene una notable riqueza biológica y un interés medio ambiental que nosotros aprovechamos como recurso educativo. No es extraño ver milanos, cigüeñas, abejarucos, garzas, conejos, escarabajos e incluso algún corzo escondido entre los rosales silvestres. Esta cercanía a la vida natural nos permite trabajar en torno al tema central de la educación y la ética ambiental. Frecuentar la naturaleza, conocerla mejor para amarla y respetarla más, es una idea de la pedagogía verde que en El Majuelo tenemos muy presente. Desde el equipo docente pretendemos ir más allá de lo estrictamente académico y formativo y convertirnos, casi de forma natural e irrenunciable, en educadores ambientales con un rol determinante en la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS), con el compromiso de liderar la transición a los nuevos modelos de enseñanza y educación en la igualdad y sostenibilidad que marca el horizonte recogido en la Agenda 2030 y sus Objetivos para el Desarrollo Sostenible.

El modelo educativo de El Majuelo nace en sintonía con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, con especial atención a la meta 4.7. de Educación de Calidad acorde con la nueva ley educativa LOMLOE y su compromiso con la adopción de estilos de vida sostenible, los derechos humanos, la igualdad entre los géneros, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la diversidad cultural.

Para atender esta doble variante prioridad-objetivo, nuestras líneas de trabajo se guían por estos parámetros:

• Explorar las posibilidades para implicar a toda la comunidad educativa, profesores, alumnos, familias e instituciones pertinentes.
• Descubrir el valor añadido del cambio cultural hacia la sostenibilidad.
• Aprender de la experiencia de otros proyectos afines.
• Adquirir herramientas que impulsen El Majuelo como proyecto sostenible.
• Medir el impacto de nuestras acciones en la sostenibilidad de la escuela.

Queremos destacar que la intención del proyecto va más allá de atender unas necesidades educativas o formativas, pretende ser también foco dinamizador de la vida social y cultural del entorno, no solo de la comunidad escolar. Apostamos por un proyecto sólido de Aprendizaje y Servicio que integre a la comunidad educativa, la ciudadanía, el tejido asociativo y las instituciones locales para consolidar un modelo sostenible de referencia en la ciudad de Valladolid.

Desde El Majuelo pretendemos consolidar nuestro proyecto de escuela sostenible bajo un axioma claro e irrenunciable: todo comienza en el aula y se expande a la comunidad.

¿CÓMO LO HACEMOS?
La naturaleza como inspiración

La infancia es el momento de preparar la tierra. Crear un entorno, un clima adecuado. Nutrir, regar, proteger. Fomentar las emociones y las impresiones de los sentidos. Saber que la naturaleza hará su trabajo despertando el crecimiento de los niños, sus ganas de ser y de aprender. Saber esperar. Ofrecer tiempo como un bien necesario para los procesos que rigen la vida. Así entendemos la docencia y la crianza en El Majuelo. La curiosidad y la alegría de vivir son capacidades innatas de la infancia. Nuestro principal objetivo es cuidarlas, ayudar a su desarrollo natural, intentar que se hagan fuertes para poder apoyar en ellas la formación de las pequeñas personas con las que trabajamos.

Todo lo expuesto lo hacemos viable y posible gracias a una metodología basada en pedagogías activas (Pedagogía Verde, Montessori, Reggio Emilia, Land Art) y respetuosas con los ritmos internos de cada niño/a para acompañarles en su proceso de autoconstrucción durante los tres años que dura un ciclo completo en el Majuelo.

Para ello tenemos una organización internivel de tres grupos, de 14 niños y niñas cada uno, con edades mezcladas de 3 a 6 años, que nos permite trabajar con mucha calidad en la observación y la atención personalizada bajo el paraguas de la pertenencia al grupo y del cuidado y el respeto hacia uno mismo, hacia los demás y hacia el entorno.

El claustro lo integramos seis docentes, de los cuales, tres acompañamos a diario a los tres grupos en los ambientes de Montessori y Juego Libre, y contamos además con los tres especialistas de Educación Artística en la Naturaleza, Música y Movimiento e Inglés Vivencial con profesores nativos. Si bien cada grupo tiene un referente trimestral, los seis docentes acompañamos las mismas horas semanales a cada grupo y tenemos una relación muy estrecha con las familias, lo que nos permite hacer evaluaciones quincenales en común, aportando una visión muy amplia, cuidada y detallada de cada niño/a y su contexto, que nos permite conocer a fondo todas sus facetas y potencialidades. Esta relación con las familias es posible hacerla a diario por tener un horario más flexible en las entradas y salidas, dejándonos un margen de media hora que nos permite ir recibiendo a cada familia una a una y tomar el pulso cada día al niño/a y su familia. Además, somos muy conscientes de la importancia de que las familias sientan que pertenecen a una comunidad y para ello, organizamos desde sesiones formativas sobre cualquier tema de interés educativo hasta paseos en la naturaleza o sesiones tranquilas de costura tomando un té para simplemente charlar, compartir y sentir que formamos parte de El Majuelo.

TRABAJO POR AMBIENTES

Desde El Majuelo entendemos que la educación está muy determinada por los espacios que habitamos y con esta intención hemos diseñado tres ambientes de trabajo por los que transitan los niños a lo largo de la semana y van marcando su desarrollo curricular. Distinguimos tres ambientes interiores: el ambiente Montessori, el ambiente de experimentación (arte y creatividad, música y voz e inglés vivencial) y el ambiente de juego y movimiento. Y por supuesto, el espacio exterior que marca el ritmo, los ciclos y es el agente educativo por excelencia.

AMBIENTE DE JUEGO: este espacio se fundamenta en la idea de que el juego forma parte de la naturaleza de la infancia, constituyendo uno de los principios fundamentales del espíritu de este proyecto. Está conformado por una gran variedad de materiales naturales y poco estructurados orientados hacia el desarrollo integral de distintas capacidades como la creatividad, imaginación y la búsqueda de estrategias en el proceso de socialización y comprensión del mundo. Por ello, pretende ofrecer una gran diversidad de alternativas de juego que fomenten la libre decisión del niño, desde un rincón de disfraces y un tocador, una cocina, espacios de expresión y creatividad, rincones acogedores de lectura con libros muy bien seleccionados, un hábitat de animales con hierba natural y acceso libre al espacio exterior con posibilidades de juego con agua y tierra. La actividad del alumnado es totalmente libre, pueden variar de un juego a otro atendiendo a sus necesidades e intereses, reduciéndose el papel del docente a observar, acompañar para ayudarles a regular situaciones o posibles conflictos. A través de propuestas de trabajo con lanas, telares, costura, generamos oportunidades para establecer vínculos muy profundos y auténticos con los niños/as.

AMBIENTE MONTESSORI: Una de las primeras tareas del equipo docente ha sido adaptar las metodologías con base científica, probadas y muy extendidas en otros contextos como el anglosajón o el francés, al currículum de la Consejería de Educación y al contexto del proyecto. La adaptación curricular de la pedagogía Montessori al proyecto de El Majuelo mantiene su propia base filosófica muy intrincada con el ideario majuelo. La pedagogía Montessori en el Majuelo se basa en tres pilares fundamentales:

• el rol del adulto como guía que conecta al niño con su entorno y le acompaña en su proceso de autoconstrucción;
• los materiales de desarrollo adaptados a los periodos sensibles de los niños/as a lo largo de sus tres años de ciclo (3-6 años)
• el ambiente preparado: la clave es concebir el ambiente como una extensión del hogar y generar sensación de familia tan importante en El Majuelo. El ambiente preparado por las guías Montessori se divide en cuatro áreas curriculares: Vida Práctica, Sensorial, Matemáticas, Lenguaje y áreas Culturales (Botánica, Zoología, Geografía, Historia). Destacamos la importancia de crear espacios armónicos y ordenados que ayudan al niño/a a concentrarse, conectar con sus necesidades y trabajar con emoción queriendo lo que hace. La presencia del agua a través de los grandes ventanales de todos los espacios nos ayuda a pertenecer al entorno que ocupamos y a sentir que realmente somos naturaleza.

AMBIENTE DE EXPERIMENTACIÓN

Música y Movimiento: Contemplamos la música como un “terreno” ideal para el desarrollo integral del alumnado. Así como el término majuelo hace referencia a ese terreno dedicado a la viña joven que ya da fruto, nos gusta pensar que los niños ya son musicales, no les falta nada para considerar sus manifestaciones de un alto interés artístico. Los niños imitan y exploran los lenguajes que les rodean, con sus gestos, sus movimientos, sus primeras palabras y sus canturreos. La propuesta musical en este proyecto tratará de crear un ambiente en el que podamos escucharnos. Jugaremos también con la voz y el movimiento, desde el disfrute y el descubrimiento.

Inglés: En el Majuelo no entendemos otra manera de aprender que no sea a través de la experiencia, por eso apostamos por el aprendizaje de la lengua inglesa incorporándola en vivencias que despierten el interés y la curiosidad del niño, ya sea preparando un bizcocho, realizando un paseo por la naturaleza, cantando, jugando un Veo Veo, escuchando historias, haciendo versos y ritmos o teatralizando un cuento.

El inglés vivencial tiene como objetivo que los niños jueguen y experimenten con el lenguaje desde la expresión oral, alentando situaciones en las que la necesidad de comunicarse los obligue a encontrar una forma de expresión y en las que el lenguaje que requiera la actividad, los aliente a la construcción activa de la lengua, permitiendo la oportunidad de cometer errores en un contexto de máximo respeto por sus ritmos de aprendizaje. Los niños de El Majuelo estarán acompañados por un nativo norteamericano y una profesora nativa inglesa que además de comunicarse en inglés, tiene la virtud de generar climas emocionales que facilitan el aprendizaje y la seguridad de los niños.

Arte y Naturaleza, Land Art: “Hay un libro abierto siempre para todos los ojos: la naturaleza” Rousseau. En las clases de arte se realizan propuestas donde la naturaleza es nuestra gran inspiración. Los niños de El Majuelo se encuentran en constante contacto con la naturaleza y descubren sus misterios y tesoros a través del arte. Esta relación de simbiosis entre arte y naturaleza desarrolla la mirada cuidadosa y el respeto por el medio ambiente. Conociendo su entorno natural a través de la exploración y el contacto directo comprenden e interiorizan estos valores de educación ambiental. Una de las estrategias utilizadas para favorecer este contacto artístico con la naturaleza es la corriente de Land Art como herramienta para aprender actitudes de respeto hacia la naturaleza y desarrollo de la creatividad a través del arte. De esta forma, la naturaleza siempre es la protagonista de las producciones de los niños.

ESTE SUEÑO NO ACABA AQUÍ…

En El Majuelo creemos que el contacto con la naturaleza es una condición imprescindible para poder desarrollarnos como seres humanos. Nosotros pertenecemos a la tierra, y no al revés. Creemos que la educación de la infancia no puede renunciar al cielo abierto, a la humedad vegetal y el olor de la tierra. Y con este espíritu seguimos trabajando y aprendiendo junto con otras experiencias afines, con el objetivo común de formar una nueva generación comprometida con la sostenibilidad hacia un cambio cultural. Un reto que nos llama a seguir avanzando para que esta mirada educativa llegue a otras etapas educativas, más allá de la primera infancia.