Revista sobre educación y liderazgo educativo DYLE Nº 15

DYLE Nº 15

Experiencias

Aires  Reggianos en Pitarque

Alberto Toro

Maestro rural

Buenas a todas y todos. En este artículo voy a intentar plasmar con la mayor brevedad posible todo lo que me “enamora pedagógicamente” de las escuelas y nidos de la infancia en Reggio Emilia, ciudad italiana, y la relación o influencia que ha tenido en la escuela rural de Pitarque.

Es complicado hablar de las escuelas de Reggio sin dejarse muchas “esencias” para su comprensión. Una vez que has estado allí y has vivenciado su forma de concebir la infancia y educación, no encuentras palabras con las que expresarlo, pero vamos a intentarlo. Las escuelas y nidos son lugares mágicos: los espacios en los que naturaleza y arquitectura forman un todo al servicio del desarrollo armónico del ser y el estar, las relaciones que en estos se producen y crean, la simbiosis con el barrio y la ciudad como campo de investigación e intervención social, la concepción de evaluación con la documentación y visibilización de los modos de aprender…unos lugares únicos y referentes.

Lo primero que te impacta al estar allí es su historia. Desde cómo nace el proyecto y cómo se va desarrollando, hasta el modo de hacerlo visible. Se percibe la sensibilidad con la que viven todo. Todo comienza en 1860, cuando una institución financiera italiana decide crear centros laicos de preescolar para infantes que viven en la pobreza, hasta 1938, año en el que el régimen fascista los cierra. Posteriormente, la UDI (en castellano, Unión de Mujeres Italianas) logra abrir hasta 60 centros por diversas localidades italianas en los años posteriores a la 2ª Guerra Mundial. Parte de la construcción y funcionamiento de estos centros lo financian con el dinero obtenido de la venta de restos de armamento de la guerra que van encontrando e intercambiando. Queda así clara la concepción de educación e infancia que tienen. Ya en el año 1963, conoce el lugar Loris Malaguzzi, el fundador de lo que conocemos a día de hoy como el enfoque Reggio Emilia y su poema Los cien lenguajes del niño. Malaguzzi queda prendado de la visión respetuosa e implicación de la comunidad con la infancia y se queda hasta el año de su fallecimiento en 1994. Durante ese periodo, en 1971, se crean las escuelas de 0 a 3 años; el atelier y la figura del atelierista, punto fundamental esta última en su metodología, con Vea Vecchi y Gianni Rodari como referentes. Durante este último periodo, también pasa a formar parte del equipo Carla Rinaldi para llevar la dirección de los centros y la creación de la figura del Consejo Pedagógico de la Infancia (ya que aquí no hay equipos directivos). Bueno, como podéis leer es toda una historia de crecimiento con una auténtica comunidad de aprendizaje. Incluso, podéis profundizar más desde su página web, que está muy bien como punto de partida.

Otros de los aspectos a resaltar son “la pedagogía de la escucha”, en la que se deja ser y en la que se evalúan los procesos del cómo aprende el infante, documentando sus historias de aprendizajes tanto a nivel individual como grupal, desde la esfera cognitiva hasta la emocional, y todo ello, visibilizado con y para las familias con el fin de comprender y respetar a ese infante y ayudarle conjuntamente; los procesos estéticos y científicos, que se entrelazan como por arte de magia haciendo fluir las propias concepciones éticas y valores de las niñas y niños; el espacio como “tercer maestro”, definido así por el propio Loris Malaguzzi, como un valor añadido con mucho impacto educativo y relacional, bajo mi punto de vista, y que por sí sólo genera situaciones de aprendizaje “auténticas”; y el modo organizativo, entre otros, aunque a primera vista este parece caótico y poco pensado, es todo lo contrario, hasta el último detalle ha sido reflexionado y planteado con gran sensibilidad y conocimiento…Ya dije que expresarlo con palabras es muy complicado. Por suerte, el socioconstructivismo aquí sí que existe. Destacan 3 pilares metodológicos a la hora de construir el conocimiento:

  • Empezar por un auténtico problema cognoscitivo
  • Promover y valorar la comprensión
  • Anhelar y priorizar la construcción de significado

Si os parece, lo voy a dejar aquí por restricciones de espacio y nivel principiante en la materia. Y la pregunta que os puede surgir es: ¿esto qué tiene que ver con la escuela de Pitarque?

He tenido la suerte de poder disfrutar como docente de la escuela de Pitarque durante 14 años, y en esos años, conocer la metodología de Reggio, e incluso experimentarla en sus centros en 2 ocasiones. El “cole” del pueblo de Pitarque es una escuela rural multinivel y con ratios muy bajos (4- 9 alumnos dependiendo del año), con una comunidad de aprendizaje pequeña y cercana, un entorno natural privilegiado, perteneciente al CRA (Colegio Rural Agrupado) Alto Maestrazgo, en la comarca del Maestrazgo (Teruel). Sin duda, 14 maravillosos años en mi vida. Con el fin de que se pueda vislumbrar la relación entre Pitarque y Reggio Emilia, voy a mostrar un par de experiencias de aprendizaje, o proyectos, llevados a cabo en Pitarque. En ellos, ya van incluidos intrínsecamente los valores y formas de hacer descritos con anterioridad. No todos ni de modo profundo, ya nos gustaría. Pero si contextualizados a nuestro nivel de posibilidades y comprensión del modo de hacer reggiano.

Uno de los últimos proyectos que hicimos fue: “¿Qué es un sueño para ti? Sueños”. Esta experiencia, salió en una asamblea a partir de la curiosidad que les surgió al alumnado con las pesadillas, y fue cogiendo cuerpo cuando uno de los alumnos preguntó: “¿Por qué aquí dentro podemos soñar?”, señalando con el dedo índice su cabeza. Ante este acontecimiento el tema de los sueños y pesadillas derivó en los sueños como metas para lograr felicidad, deseos, anhelos, crecimiento personal… Para ello reflexionamos con el tópico generativo anterior en forma de pregunta, que también pone título al proyecto. Con nuestras respuestas y reflexiones pintamos un muro con un cielo y nubes (que luego se amplió a muros contiguos y exteriores a la escuela) y escribimos cada respuesta en cada nube. Leímos y vimos documentación sobre los sueños y decidimos preguntarles a nuestros familiares y gente cercana del pueblo. Todo ello lo hicimos con una grabadora de voz y tres preguntas que acordamos en asamblea y que creímos que nos ayudarían a comprender más. Las preguntas fueron: ¿Qué es un sueño para ti? ¿Qué sueños tienes o has tenido? ¿Consejos o pautas para cumplir nuestros sueños?.

La verdad es que fue un éxito en cuanto a participación. Con las respuestas hicimos un libro en el que pusimos uno de los sueños y lo ilustramos, con formas de nube y algodón entre página y página. También traspasamos los sueños a los muros exteriores en sus nubes pintadas. Después, la idea la colgamos en redes sociales (las del maestro) y gustó a personas que también nos mandaron sus propios sueños. Además, aprovechando que Pitarque es un pueblo turístico y que algunas personas se acercan a ver la escuela, también contamos con la participación de estas, las cuales nos dejaron sus reflexiones. Un proyecto muy bonito, participativo y enriquecedor.

Toda esta base documental nos sirvió para reflexionar y proyectar nuestros aprendizajes a la comunidad a través de los muros-nubes. También nos permitió interrelacionar los aprendizajes curriculares con nuestra investigación. El proyecto estuvo activo durante 2 cursos escolares, impregnando áreas, criterios, tiempos, espacios, relaciones…y con una comunidad educativa mucho más amplia de la que nos podíamos imaginar.

Como colofón del proyecto, se nos ocurrió que además de los sueños escritos en las nubes de los muros, podíamos colocar también los sueños de las personas y sus consejos, de viva voz y anónimamente, para que cualquier persona que pasara por allí pudiese escucharlos, y quizás, re-soñarlos en sus vidas. El medio que decidimos fueron los códigos QR. El lugar elegido fue el muro que se encuentra todo turista cuando va al nacimiento del río Pitarque (reclamo senderista de la localidad). Si estáis interesados, ahí los tenéis. El único pero que nos quedó es el no haber podido realizar un libro acerca de cómo lograr tus sueños, para que todas las personas interesadas lo pudiesen leer, y quién sabe, pudiera surgir una comunidad de soñadoras y soñadores. Pero, en fin, nunca se sabe…

Otro de los proyectos que surgió fue “Las voces del pueblo”. La historia comenzó con un padre de una alumna, Eduardo Escorihuela, masovero de profesión y vida (la gente masovera vive en masías o casas en medio del monte con sus animales y cultivos), y amante de la poesía. Un buen día descubrimos que había escrito 60 poemas de las gentes y lugares de Pitarque, recogiendo la cultura allí vivida en la segunda mitad del siglo XX. Una gran oportunidad de aprendizaje. Entonces decidimos aprender con ellos y ayudar a visibilizarlos hacia un público más amplio. Y quién mejor para poder recitarlos que las gentes de las que hablaba, pitarquinas y pitarquinos. La tarea no fue fácil debido a que a la gente del entorno no le gusta ser grabada y fotografiada, aunque colaboraron con entusiasmo y dedicación, todo un logro. El modo de llevarlo a cabo fue similar al proyecto anterior, organizar la tarea y grabar los audios con la grabadora de voz. Los poemas nos dieron pie a interrelacionar muchos criterios de diversas áreas y cursos, y a su vez, a reflexionar sobre la cultura de la que éramos parte. La experiencia duró un curso escolar. La comunidad de aprendizaje y el aprendizaje-servicio cobraron mucha fuerza y presencia.

Pero todo lo anterior no cumplía con el segundo objetivo propuesto que era visibilizar los poemas, y con ello, a Eduardo, a la cultura de Pitarque, y por qué no, el modo de aprender que llevamos a cabo en el cole. Para ello decidimos grabar en audiovisual todos los lugares, gentes, costumbres y demás idiosincrasias de las que hablaban los poemas de Eduardo. Nos pusimos manos a la obra, y cada cual, con su sensibilidad estética y consejos que íbamos aprendiendo del mundo audiovisual, editamos los audios con las imágenes y videos, los colgamos en la red y generamos sus códigos QR. También los colocamos a lo largo del recorrido del nacimiento del río Pitarque (hasta donde llega la cobertura, claro). De este modo, la persona que pasea por sus calles puede conocer la cultura de Pitarque más de cerca y a través de sus gentes. Es algo de lo que nos sentimos orgullosos y felices. Como dato curioso, los poemas de Eduardo los escribió su mujer, Josefina, y también sus hijos Sara y Sergio, ya que Eduardo no tuvo la oportunidad de aprender a escribir, hecho que nos hizo reflexionar acerca de en qué consiste la cultura, la educación, la humanidad… Ha sido una gran experiencia de vida para y con todos y todas. Gracias, Eduardo y familia.

Excursión senderista al nacimiento en época de crecida para poder filmar y fotografiar algunos de los poemas. El proyecto nos invitó a interrelacionar el área de Educación Física con el senderismo y los poemas, y eso nos llevó a conocer gran parte de nuestro medio natural cercano a lo largo de 2 cursos escolares. El lugar es el nacimiento del río Pitarque

Para concluir el presente artículo, dar las gracias a todas las personas que han hecho posible que nuestro sueño, el cole de Pitarque, se haya convertido en realidad durante 14 años. La escuela que se va…la escuela que viene.