Revista sobre educación y liderazgo educativo DYLE Nº6

DYLE Nº6

Entrevista

El documento del Pacto Social por la Educación elaborado por el Consejo es un documento que recoge 249 acciones

Fernando Andrés Rubia

Director revista DyLE

José Antonio Edo es licenciado en Educación Física por la Universidad Politécnica de Madrid, doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad de Zaragoza y ha sido catedrático de Educación Física en varios institutos de Educación Secundaria de Madrid, Principado de Andorra y Zaragoza. Ha sido director del Instituto Español de Andorra y del IES Andalán de Zaragoza. Actualmente es profesor de Educación Física en el IES Andalán y, desde 2009, vicepresidente del Consejo Escolar de Aragón.

Enlaces a los documentos principales relacionados con el pacto educativo:

Bases para el diálogo para un pacto social y político por la educación en Aragón

Pacto Social por la Educación en Aragón

Bases para un Pacto por la Educación en Aragón

Algunas comunidades autónomas han alcanzado en los últimos años, pactos sociales o políticos sobre educación. En el caso de Aragón, el pacto social se firmó en noviembre de 2016 y este proceso estuvo protagonizado por el Consejo Escolar de Aragón. Podrías decirnos cuál fue el origen, de quién fue la iniciativa y cómo se inició el proceso.

El origen se remonta al mes de octubre de 2015, la consejera de educación de aquella época, Maite Pérez, nos comunicó la intención de encomendarnos la tarea de alcanzar un pacto. Convocamos un pleno en el que nos informó de la encomienda, por parte del presidente del Gobierno de Aragón, y a través de ella, al Consejo Escolar de un pacto social por la educación, con la intención de que ese documento fuera posteriormente a las Cortes de Aragón y se tuviera en consideración o como referencia para alcanzar un pacto político. A partir de ahí, la presidenta del Consejo Escolar de Aragón, que en aquellos momentos era Carmen Martínez Urtasun y el equipo del Consejo empezamos a diseñar un plan que, en pocas semanas estaba ya elaborado, y que planteaba un año de trabajo repartido en diferentes comisiones con un cronograma y un proceso detallado de elaboración. Decidimos ya en ese momento, como punto de partida, elaborar un diagnóstico de la educación en Aragón, de los diez años precedentes. La consejera nos presentó además un documento previo, unas bases para el diálogo para el pacto social que nos sirvió de guía para el trabajo. El documento aglutinaba todos los temas, prácticamente, que pueden influir en la educación en cuatro capítulos. Y así fue como comenzamos, con un documento de diagnóstico elaborado por el equipo del Consejo y un documento propuesto por el Departamento dividido en cuatro principios.

¿Con qué ayuda contó el Consejo para llevar a cabo este cometido?

En primer lugar, podríamos mencionar una consultora, que ya había trabajado para el Gobierno de Aragón en la elaboración de otras leyes o en otros acuerdos. La colaboración de esa consultora se materializó en dos personas que asistían a nuestras reuniones y llevaban el proceso de búsqueda de acuerdos. No eran expertos ni en educación ni en política, eran personas imparciales y la verdad es que nos ayudaron mucho. Ellos nos asesoraban en cómo llegar a acuerdos. Por supuesto que el diagnóstico del sistema educativo y los informes que el Consejo Escolar hacía también fueron una ayuda muy importante. Pero sin duda, la mejor ayuda fue la gran motivación y la gran ilusión que en aquel momento los miembros del Consejo tenían al aceptar este encargo.

¿Cómo se organizó el Consejo y como se consiguió que el trabajo fuera operativo entre los diferentes sectores e intereses?

El diseño del proceso fue un poco complejo, al final el equipo del Consejo presentó un borrador de diseño, tras valorar varias opciones, que luego el grupo constituido para el pacto ratificó. Bueno, pues constituimos cuatro grupos, de unos ocho o diez consejeros, en los que había representantes de todos los sectores de la comunidad educativa y cada grupo se encargaba de la redacción, revisión y propuestas de cada uno de los cuatro capítulos del informe, es decir, equidad, calidad, participación y planificación. Cada grupo trabajaba sobre el borrador que habíamos presentado. Debatían las propuestas, quitaban algunas y añadían otras nuevas. Después pasaban su trabajo al gran grupo, en el que estábamos todos, y ahí se perfilaba, se pulía el texto y el producto final se dirigía al pleno. Explicado así, parce muy simple pero el proceso fue bastante largo y laborioso.

¿Qué sucedía cuando se abordaba un tema en el que se conocía la dificultad de alcanzar un acuerdo? ¿Qué criterios de consenso o de disenso se tenían?

La disposición era tan buena que todo el mundo estaba dispuesto, como se suele decir, a dejarse cosas en el tintero, a ceder. Estábamos tan concienciados, teníamos tan asumido que era un reto importante para la educación y para nosotros mismos que, aunque contábamos con esa dificultad, el trabajo del día a día fue relativamente fácil. Entre otros motivos porque una de las principales estrategias era mantener un criterio prioritario por encima de todo debate ¿Cuál era ese criterio? Cada una de las propuestas tenía que ser aprobada por todos los miembros de cada uno de los grupos. Si era necesario se modificaba el texto hasta que todo el mundo estuviera de acuerdo y si había que eliminar alguna parte del contenido, se suprimía. Finalmente, aunque hubo pocos casos, aquellas propuestas en las que no se alcanzaba acuerdo, se suprimían totalmente. El objetivo era alcanzar un documento, en este caso con 249 acciones, aprobado por todos, por unanimidad. Así llegamos al final: todas las propuestas habían sido apoyadas por todos los miembros del grupo.

¿Cuáles fueron los temas más espinosos?

Ahora no recuerdo con exactitud, pero sí recuerdo algunos temas que fueron complicados. Había uno que era muy recurrente, que era la tensión entre enseñanza pública y enseñanza privada. Ya sabes que hay algunas organizaciones que están en completo desacuerdo con la financiación de la enseñanza privada concertada y este tema sí era muy espinoso. Piensa que había temas derivados o relacionados como becas, ayudas, etc. que, si se planteaban para todos, algunos sectores se posicionaban en contra. En estos temas aportamos alguna cosa. También hubo… no desacuerdos, sino intentos de perfilar el texto en aspectos relacionados con la participación. Recuerdo que los padres decían que los consejos escolares de los centros deberían estar formados en igualdad por profesores y padres. Si sumas al equipo directivo los representantes de los profesores, siempre sale un número superior al de los padres. Ese también fue un tema complicado. Yo creo que al final llegamos a algún acuerdo, pero rebajamos un poco la intención inicial. Luego hubo muchas pequeñas cosas que no eran demasiado relevantes. Las propuestas más importantes yo creo que todo el mundo las apoyó.

¿Hubo alguno en el que te sorprendiera que se alcanzará el acuerdo pese a las distancias que separaban las diferentes posiciones iniciales?

Mira, más que un tema te voy a hablar de lo más relevante que yo recuerdo ahora. A mí me sorprendió que en el Consejo Escolar de Aragón se llegara a un acuerdo en 249 acciones. Fue extraordinario, quiero decir, todos los miembros de todos los grupos estaban de acuerdo con todas las propuestas.

Sin embargo, la gran sorpresa que nos llegó el día del pleno fue que tres organizaciones que estuvieron presentes en todo momento no lo apoyaron. ¿Cuáles eran los motivos? Para la mayoría fue una gran sorpresa ya que se habían modificado todos los aspectos que sus representantes habían pedido a lo largo del proceso. Hablo de representantes de CGT, de STEA y de CCOO. ¿Qué pasaba? Claro, las personas que representaban a esas organizaciones en el seno del Consejo llegaban en algún momento a un acuerdo y el texto al final les parecía correcto. Pero luego ellos lo llevaron a sus organizaciones y las organizaciones por cuestiones ajenas a lo que era el propio pacto, más por cuestiones de carácter general, de sus propios principios o de su propia filosofía, se negaron a firmar. Salvo estas tres organizaciones, el resto, que representaba aproximadamente al 85% del Consejo lo apoyaron.

¿Cuánto duró el proceso y con qué temporalidad se trabajaba?

Aproximadamente un año, quizá un mes más. La temporalidad no fue siempre la misma, algunos documentos requirieron más tiempo que otros, pero digamos que el criterio general era una reunión a la semana de dos de los grupos, equidad y calidad, y a la semana siguiente, el de participación y planificación. Y a la semana siguiente había una reunión general de todos los que formábamos parte de un grupo. Nos dábamos un tiempo, revisábamos y al mes siguiente empezábamos con una dinámica similar. Es decir, cada dos semanas había reunión. Había mucha motivación y los consejeros respondieron muy bien al reto. Realmente todos estábamos convencidos de la importancia de la tarea que estábamos llevando a cabo. En principio, ninguna organización quería quedar fuera de un acuerdo, aunque al final, como te he comentado alguno no firmó. Todos los miembros participaron muy activamente, hubo una gran implicación. Había un secretario en cada grupo. Todos traían sus propuestas elaboradas. Lo que sí tengo que decir es que llegamos a un acuerdo con los representantes de los grupos políticos de las Cortes para que ellos no participaran ¿por qué? Porque posteriormente en las Cortes ellos serían los que tendría que tomar partido y elaborar un nuevo documento.

¿Hubo algún momento en el que tuviste la sensación de que no iba a ser posible alcanzar el pacto?

Sinceramente no, en todo momento pensé que en el Consejo… Voy a ser más claro, en el Consejo estaba convencido de que el acuerdo iba a salir. Como te he dicho antes, si había una propuesta en la que no había acuerdo, bastaba con que una persona no estuviera de acuerdo para que la propuesta se eliminara. El objetivo no era llegar a un acuerdo en todos los temas. Sin embargo, si éramos pesimistas en cuanto que los políticos, a la vista de los antecedentes, lo aprobaran. Todos sabemos que generalmente los grupos políticos que están en la oposición, da igual el color, ante cualquier gobierno, sea autonómico o nacional, es muy difícil que aprueben documentos que presenta el grupo contrario. En ese sentido no éramos muy optimistas. La sorpresa, muy favorable, fue que luego en las Cortes lo aprobaron y lo firmaron todos los grupos políticos presentes. Aunque es verdad que era un documento más reducido, un poco más cualitativo, en algunas cosas menos concreto, algunos temas no los consideraban… pero fue una sorpresa muy grata. Llegó tras dos años, el pacto social fue aprobado en noviembre de 2016 y en Agosto de 2019 fue aprobado el acuerdo de las Cortes.

El documento del Pacto Social por la Educación elaborado por el Consejo es un documento que, como te he comentado, recoge 249 acciones. El que se elaboró luego en las Cortes de Aragón, que es el verdaderamente relevante, porque es el que obliga supuestamente a los diferentes gobiernos en el futuro es el documento de Bases que contiene una cincuentena de propuestas.

¿El pacto cuenta con algún sistema de seguimiento o evaluación? ¿se sabe qué nivel de cumplimiento se ha alcanzado en estos cuatro años?

El propio documento del pacto establecía la constitución de una comisión de seguimiento, que sí se constituyó, que se configuró en el seno del propio Consejo Escolar de Aragón. Tuvimos varias reuniones, lamentablemente durante los dos años que se reunieron las Cortes no nos reunimos, no sabíamos nada de cómo iba el proceso… aunque pasado un año empezamos a recibir información. Algunos pensábamos que esa comisión de seguimiento podía seguir trabajando para valorar que cada uno de los puntos del documento de Bases de las Cortes se iban cumpliendo. Pero después estimamos que la comisión de seguimiento ya no tenía sentido, el seguimiento era importante durante el proceso de reelaboración del documento de las Cortes. Una vez que firmaron el acuerdo los grupos políticos el seguimiento debía hacerlo la Administración. No obstante, de una manera no formal lo hemos seguido haciendo y sabemos que ha habido muchos puntos que se han cumplido, otros se están cumpliendo o están en proceso de alcanzarse. Yo creo que gracias al pacto se ha avanzado… relativamente.

Por último, ¿este pacto social ha tenido alguna consecuencia en el ámbito político?

Creo que se ha puesto énfasis en aspectos que había que mejorar, insisto en que en algunos de esos aspectos ya se han puesto en marcha medidas de mejora. Hablo, por ejemplo, de cuestiones vinculadas a la financiación, a becas, al cuidado de la escuela rural, a la formación del profesorado, a la formación profesional, a la atención a la diversidad… Creo que ha habido avances muy importantes en estos años. Probablemente algunos de estos puntos ya estaban previstos por parte del Departamento, pero lo cierto es que en el Pacto ahí estaban y se están cumpliendo. Quedan muchos por cumplir algunos de ellos a la vista de la situación que tenemos ahora con el covid-19 me imagino que serán un poco más difíciles.

¿Qué valor das al acuerdo de Bases de Agosto de 2019? ¿Crees que hay posibilidades de completar un pacto en las cortes aragonesas sobre una ley educativa?

Si se cumplen o se pueden cumplir, para mí tienen un gran valor. En ese documento lo que consta es que los representantes políticos van a seguir avanzando hacia la consecución de un pacto educativo para Aragón. Muchas personas piensan que ya está el pacto, no, las Cortes aprobaron las bases para un pacto y también ahí se comprometían o planteaban que ese documento sería la base de la elaboración de dicho pacto que posteriormente se plasmaría en una futura ley de educación aragonesa. Yo, a la vista de los antecedentes, no tengo una perspectiva muy halagüeña. Todos recordamos el proyecto de Ley de Educación aragonesa, que creo recordar es del año 2008, y que se quedó en el tintero, por decirlo así. Se quedó en el cajón un documento extraordinario, muy bien elaborado que por divergencias políticas no se aprobó. Algo de optimismo sí que tengo porque creo que de los errores también se aprende y a la vista de que han firmado todos, el documento de bases, tal vez sea posible. Resumo, le doy mucho valor, ojalá siga adelante, lo veo probable y quiero ser optimista