DYLE Nº 1
Tiempo de mudanzas
Fernando Andrés Rubia
Director revista DyLE
Carmen Romero Ureña
Subdirectora revista DyLE
Nos llegan aires de cambio y nuestra revista inicia un proceso de transformación irreversible. Alguno pensará que también de tribulaciones y nos recordará a Ignacio de Loyola para cuestionar que no es buen momento para acometer mudanzas. Lo cierto es que llevamos mucho tiempo trabajando en esta nueva revista, planificando y diseñando, documentándonos, debatiendo y trasladando nuestras inquietudes a los órganos de dirección de la asociación. Ahora, a los responsables del proyecto, nos ha llegado el momento de presentárosla. Estamos, como veis, ante una revista nueva que no solo cambia de nombre, sino también de diseño y de formato; aunque aún no se han incorporado todos los cambios que irán llegando progresivamente, se mantienen sus objetivos fundamentales y la función de servicio a los asociados del FEAE.
Queremos comenzar este nuevo camino transmitiéndoos a todos, lectoras y lectores, ilusión y determinación. Desde nuestra incorporación al proyecto de la revista, hace más de cinco años, se manejaba ya la idea de dar un paso hacia la digitalización, aunque por diferentes razones este se haya ido demorando hasta llegar al día de hoy. Quizá ahora no sea el momento de analizar las causas que han llevado a tomar esta decisión, pero sí de recordar al menos dos cuestiones fundamentales que no nos han planteado ninguna duda: por una parte, no seguir desaprovechando las oportunidades que ofrecen las redes y los formatos digitales y, por otra, reconocer que la edición en papel había sobrepasado unos costes razonables que gravaban en exceso las arcas de los foros territoriales, limitando sus oportunidades y actividades. La decisión debía tomarla la Junta General que integra además al Consejo Editorial y cuando nos hizo el encargo sabíamos que iniciábamos un camino apasionante, pero en el que íbamos a encontrar dificultades.
El reto más importante al que nos enfrentamos sabemos que no es otro que satisfacer las demandas de los socios y socias y lograr que hagan suya la publicación, igual que hicieron con Organización y Gestión Educativa (OGE), que encuentren en sus páginas los contenidos que les interesan adaptados al formato digital y que les sean útiles en su práctica en los centros educativos. OGE ha cumplido su función durante sus 27 años de existencia, nos ha identificado como asociación y ha sido nuestro medio de expresión…, pero ha llegado el momento de la renovación.
Recogemos la emoción de nuestro compañero Mateu Cerdà que se dirigía recientemente a la dirección con palabras que reflejan el sentir de muchos: “Me duele en el alma no poder seguir recibiendo en casa un documento en papel, que sobre la mesa me recordaba muchas vivencias que llevo grabadas”. Compartimos con él estas vivencias y sabemos que la revista OGE ha llegado a incorporar en muchos lectores una carga emocional importante.
DyLE nace como una revista digital nueva, porque creemos que no puede ser una simple transposición de OGE, aunque pretendemos que se convierta también en el emblema del FEAE. DyLE es heredera directa de OGE en papel, pero este cambio, el paso de la revista física a la virtual en formato digital, exige adaptaciones que iremos haciendo de forma progresiva, acomodándonos a los intereses y hábitos que nos vayan señalando nuestros lectores. El tiempo lo dirá, pero nos gustaría convertir a DyLE en una publicación de referencia entre los profesionales interesados en temas de liderazgo, organización, dirección y gestión educativa.
Nuestro objetivo es seguir contando con el interés de nuestros socios, y ampliar, en la medida de lo posible, su número, ofreciendo una publicación que se adapte a los nuevos recursos tecnológicos, que ofrezca un fácil acceso, que presente contenidos útiles y de interés, y una imagen atractiva y joven para llegar a sectores profesionales con los que hasta ahora nos ha costado conectar.
Durante los primeros años de la publicación de esta nueva revista, la dirección, el equipo de redacción y el diseñador gráfico vamos a poner un especial empeño en ajustar sus características (contenidos, formato, maquetación, diseño, temáticas, presentación, dimensiones de los artículos y otras) a los usos y las demandas de los lectores. En los primeros números vais a notar un cambio en la apariencia, pero en los sucesivos, los cambios serán progresivos, incluso, irán transformando también su contenido y estructura. No se trata de cambiar para que todo siga igual, al estilo de Il Gattopardo, sino de cambiar y profundizar en la mejora, adaptándonos a las redes y a las necesidades de nuestros lectores.
Somos conscientes de que debemos estar muy atentos a las sugerencias que hagáis, así como a las conclusiones que se deriven de los estudios que los especialistas llevan a cabo sobre las prácticas y hábitos de lectura en formatos digitales, aún bastante desconocidos. Nos interesan vuestras opiniones, valoraciones y comentarios.
Siguiendo los pasos de nuestra anterior publicación, queremos reafirmarnos e identificarnos como una revista divulgativa profesional que se dirige a un sector amplio y diverso del ámbito educativo: maestros de infantil y primaria, docentes de educación especial y adultos, profesores de secundaria y universidad, orientadores, equipos directivos, inspectores, asesores, etc…
Aunque DyLE no es una revista científica ni académica, debemos incorporar algunos de los elementos que las caracterizan y que pueden ser muy útiles en el formato digital. Los textos científicos incluyen al comienzo un resumen (abstract) y un breve listado de palabras clave. Creemos que el resumen permite a través de una breve y rápida lectura que el lector se haga una idea bastante exacta del contenido sin necesidad de leerlo totalmente; es una invitación a leer el texto completo si coincide con los intereses del lector o, por el contrario, a continuar con otros artículos que conciten mayor utilidad.
La realidad compleja y diversa de la lectura, de los lectores y de sus prácticas, nos debe llevar a estar muy atentos a las modificaciones que habrá que llevar a cabo en aspectos como la edición, la presentación y el propio trabajo de los articulistas. Debemos reconocer que internet ha cambiado nuestros hábitos lectores, ejemplos de ello son las sugerencias de que se debe cambiar el orden del contenido dentro de los propios artículos situando en primer lugar la información esencial y posteriormente la argumentación que lo sustenta; o la necesidad de incorporar a los textos hipervínculos que nos permitan, de forma sencilla, redirigir nuestra atención a otros textos (imágenes, videos, grabaciones…) relacionados.
Enlazando ambos planteamientos, parece razonable pensar que en cada artículo se destaque el resumen al comienzo del mismo, completándolo con algunas (entre tres y cinco) palabras clave que den las pistas oportunas sobre su contenido.
Con el fin de favorecer la personalización de los trabajos, algo que valoran positivamente muchos lectores y nos habéis planteado algunos socios, incorporaremos, siempre que sea posible, una fotografía actual del autor o autora. También pretendemos favorecer el acceso a artículos anteriores mediante enlaces y a través de plataformas indexadas.
Como el nivel de atención del lector en digital está sometido a una mayor dispersión e inestabilidad debemos reducir la extensión de las colaboraciones y pasar de cinco páginas a tres o cuatro, incorporando, además, más imágenes. Otra estrategia para facilitar la lectura será la de extraer fragmentos de los textos y presentarlos de forma separada pero complementaria a modo de mosaico. Por ejemplo, las conclusiones pueden ir al final enmarcadas con un color diferente, así facilitamos que el lector lea los elementos esenciales: resumen y conclusiones y, si le resulta interesante, afronte la lectura completa del texto.
La revista debe adaptarse a todos los soportes digitales para que el lector pueda tomar la decisión de cuándo y cómo leerla, imprimir un artículo o manejarla directamente en un portátil, tableta, móvil, libro electrónico, etc.
Para compensar la reducción de la extensión de los textos, la idea es incrementar el número de colaboraciones, esto permitirá incorporar más puntos de vista y diferentes enfoques relacionados con la temática del número. Recordad que “las experiencias” se habían ido relegando cada vez más y ocupaban menos espacio en OGE; sin embargo, creemos que las buenas prácticas deben contar con una sección propia ya que ofrecen modelos reales y nos permiten estrechar relaciones con los centros de referencia en prácticas de liderazgo e innovación en el campo de la organización educativa.
Incorporaremos textos breves, lo que todos conocemos como columnas periodísticas, invitando a colaboradores fijos u ocasionales, para que aborden temas de actualidad, un único tema que es lo que requiere este espacio. Las columnas permiten un descanso visual e intelectual frente a los textos extensos.
Mantenemos las entrevistas ya que son lecturas ágiles pues su formato pregunta/respuesta fracciona el texto de forma natural favoreciendo a los lectores que buscan una información concreta leyendo a saltos y si una pregunta no les interesa, pasan a otra. En la revista OGE, en sus últimos números, se habían introducido varias propuestas similares a la entrevista que agilizaban la presentación de contenidos; este modelo se podía identificar más con una conversación en la que intervienen dos personas que aportan opinión e información. Creemos que en DyLE podemos abrir la posibilidad de crear este espacio incorporando habitualmente la idea de “en conversación con”.
Creemos que las propuestas para profundizar en el tema de los monográficos que solíamos introducir en OGE se deben mantener pero presentando básicamente páginas webs de acceso, mediante hipervínculo a artículos de revistas académicas o publicaciones en línea ya sean libros o videos. Añadiendo, como novedad, una sección de lecturas que remitan a las últimas publicaciones en formato libro con recomendaciones muy breves, pero que inviten a su lectura.
No podemos olvidarnos de la publicidad de las Jornadas y otros eventos que organiza el FEAE, y de la posibilidad de incorporar publicidad que reduzca los costes de producción y ayuden a su financiación.
Por último, si queremos que la revista cuente con la participación y con la opinión de socios y lectores, deberíamos abrir un espacio específico para ello, podría hacerse siguiendo el modelo tradicional de cartas (al director) o bien con otros modelos menos formales que permitieran de forma ágil recoger comentarios o textos breves. Además, no descartamos, transcurrido un tiempo razonable, solicitar la colaboración de los lectores a través de cuestionarios o incluso encuestas de valoración cuyo resultado quedaría también reflejado en esta sección.
Suerte para DyLE y os animamos a todos a formar parte de ella no solo a través de su lectura sino con vuestros artículos, comentarios, crónicas, valoraciones… DyLE nace cargada de ilusión y entusiasmo, pretende recoger las señas de identidad de un FEAE que trabaja por rejuvenecerse y aportar una divulgación innovadora en torno a la dirección, el liderazgo y la organización educativa.