DYLE Nº 17

O Globo. Observatorio, escuela y espacio de participación
María Caride
Ana Lampón
Resumen: Esta propuesta es resultado del trabajo realizado entre 2017-2020 desde Solidariedade Internacional de Galicia (SIG) por un amplio grupo de personas que, tras un proceso formativo en participación, impulsó la herramienta “O Globo”, que se define como observatorio, escuela y espacio de participación social con enfoque de Educación para la Ciudadanía Global. O Globo, gira en torno a “microexperiencias” de transformación social, iniciativas articuladas sobre 4 características comunes: experiencias transformadoras, colectivas, horizontales y replicables, organizadas además metodológicamente bajo la tríada Luces (investigar), Cámara (analizar críticamente) y Acción (actuar para transformar). Para identificar, recoger y promover nuevas microexperiencias se trabaja en colaboración con diversos colectivos sociales (educación no reglada) y con agentes de la educación reglada (docentes y alumnado). O Globo, opera tanto como espacio virtual (plataforma web y formación online) como físico (encuentros presenciales) promoviendo la Participación Social y contribuyendo a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible asumidos en la Agenda 2030.
Palabras clave: participación, educación para la ciudadanía global, objetivos de desarrollo sostenible, liderazgo.
La experiencia “O Globo; observatorio, escuela y espacio de participación”, desarrolla su idea partiendo del Enfoque Basado en Derechos Humanos (EBDH), aplicando una pedagogía crítica y transformadora, como es la Educación para la Ciudadanía Global (en adelante ECG) y utilizando como hilo conductor la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). El EBDH es una categoría de análisis que considera a los derechos humanos como constitutivos e implícitos en el objetivo de desarrollo y define entre otros principales elementos del propio concepto la participación y la inclusión (Fernández Aller et al., 2009). Este enfoque implica, por una parte, que se asuman roles, y por otra, que se fortalezcan las capacidades de los distintos agentes que intervienen en la acción social. Se distingue entre “titulares de derechos”, que somos todos los seres humanos, “titulares de obligaciones”, que son las instituciones y organismos públicos, y “titulares de responsabilidades”, que somos todos los actores sociales, tanto individualmente como colectivo o comunidad. En cuanto a los titulares de derechos, se trabaja en general con toda la ciudadanía, y de manera expresa con aquellas personas o colectivos en situación de vulnerabilidad, capacitándolas para que sean partícipes de su propio desarrollo.
Con los titulares de obligaciones, se trabaja fortaleciendo su capacidad de respuesta a la población y realizando labores de incidencia política para que cumplan con su deber de respetar, proteger y garantizar los derechos de todas las personas. Con los titulares de responsabilidades, se trabaja a nivel individual, pero sobre todo colectivo, en la capacitación y concienciación sobre la necesidad de, no sólo defender y reclamar los derechos propios, sino también de demandar a las instituciones correspondientes el cumplimiento de los derechos de los otros/as, pues en este enfoque no se observan a los demás como necesitados sino como iguales en derechos. Una forma en la que el EBDH puede ser apropiadamente abordado, es a través de la ECG, puesto que esta forma parte de las pedagogías que pretenden afrontar los grandes desafíos del siglo XXI y sus contenidos se identifican con el tratamiento global de las problemáticas Norte-Sur en todos los ámbitos socioeducativos. Conceptualizar la ECG no es fácil porque hay diversas formas de entenderla o interpretarla, principalmente porque se trata de un concepto sujeto al cambio que se ha ido adaptando a los contextos sociales de cada momento histórico. En este sentido, el paradigma de ECG en el que se enmarca la experiencia es el de quinta generación (Mesa, 2014), la Educación para el Desarrollo y la Ciudadanía Global, que está basada en la concepción de ciudadanía cosmopolita de Nussbaum (2005) y ampliamente reflexionado por (Vilafranca Manguán & Buxarrais Estrada, 2009). Esta perspectiva surge como contraposición al paradigma neoliberal de globalización, y “promueve una ciudadanía crítica, políticamente activa y socialmente comprometida con otros modelos más equitativos y justos para todos los pueblos y el planeta” (Celorio & López de Munain, 2007, p. 124). El concepto de Ciudadanía Global viene a reafirmar que todas y todos somos ciudadanos/as de un mundo globalizado, donde las personas se reconocen pertenecientes a una comunidad de iguales, en la que todos/as somos sujetos de derechos capacitados políticamente para llevar a cabo acciones transformadoras que promuevan el cambio social, aceptando que esto requiere un trabajo común para mantener el respeto a los DD.HH. y procurar una vida digna para todos/as. Por ende, la ECG no se limita a atender localismos, sino que incluye una dimensión global, holística o universal de los problemas, es decir, opera bajo una visión glocal (Murga-Menoyo & Novo, 2017), pues interpreta el contexto global y actúa en el contexto local, que es donde realmente se puede incidir. De este modo, un o una ciudadana global tiene en cuenta el modo en que sus actos influyen en otras partes del mundo y en el planeta haciéndose corresponsable, entendiendo las causas de los problemas y aportando alternativas que contribuyan al cambio social. De este modo, la ECG permite educar, sensibilizar e investigar sobre las desigualdades globales generando cambios en la forma de pensar y de vivir, creando conciencia crítica en la ciudadanía, haciendo a las personas agentes activos de su propia transformación. Desde esta perspectiva glocal está planteada también, por Naciones Unidas, la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (CEPAL, 2016) pues se trata de un plan de acción internacional de lucha contra la pobreza, la desigualdad y el cambio climático, que nos interpela a todos/as, instituciones y ciudadanía, a seguirla y aplicarla en todos los territorios como un llamamiento de acción global. Esta acción glocal que propone la Agenda 2030, es el hilo conductor de la herramienta que presentamos, que a su vez se implementa bajo los paradigmas de la ECG y el EBDH, tres elementos que consideramos claves en la praxis de una educación crítica y realmente transformadora, ubicando a las personas y al planeta en el centro de las intervenciones.

La participación ciudadana es un tema relevante y de constante actualidad debido a la creciente desafección política o al distanciamiento cada vez mayor entre la política y la ciudadanía. La participación es un concepto íntimamente ligado a la idea de democracia, y no ejercerla supone riesgos importantes para la sociedad (actividades negativas o extremistas, falta de representación política, aumento de las diferencias sociales, etc.)
Diferentes autores apuntan que la participación puede ser utilizada como un instrumento de combate a la desafección democrática (Dalton, 2004), como una oportunidad para contrarrestar la crisis del capital social (Putnam, 2002); como vía de mejora de la eficiencia y la equidad de las políticas públicas (Stoker, 2000; Goss, 2001; Kooiman, 2003; Fung, 2004; Wainwright, 2005); como respuesta a la complejidad de los entornos y a la incapacidad de procesar nuevas demandas y conflictos emergentes (Prats, 2005; Pineda, 2005; Alguacil, 2006; Wagenaar, 2007; Brugué, 2009a y 2009b; Parés, 2009); como respuesta a la crisis de legitimidad de la democracia representativa (Norris, 1999; Pharry Putnam, 2000; Mouffe, 2003); como instrumento para movilizar a nuevos sectores sociales (Font et al. 2011) e,incluso como estrategia de empoderamiento político de los sectores sociales más desfavorecidos (Abers, 2001; Nylen, 2002; Smith et al. 2007). (Ramos et al., 2017, pp. 165-166).
Así mismo, hay que destacar que la ECG, y según (Celorio & López de Munain, 2007), contiene una dimensión pedagógica que “implica un principio de acción social próxima a las dinámicas de una educación emancipadora que apuesta por el impulso de estrategias de empoderamiento, intercambio y busca cooperativa de una nueva relación entre saber/poder/transformación” (p. 127); una dimensión política que incide “en la formación de las ciudadanas y ciudadanos no tanto en los aspectos relacionados con el “civismo”, que también, como en su preparación para la participación política activa y responsable en la construcción de sociedades plenamente democráticas” (p. 127); una dimensión intercultural que “significa apostar por la formación de facilitadores, facilitadoras y enseñantes para ser sensibles a una realidad plural y aceptar que la democracia cultural forma parte indisoluble de la democracia participativa y reivindicativa de los derechos humanos que decimos defender” (p. 129); así como una dimensión metodológica o de sistematización, a la cual involucra “recuperar la memoria del proceso de forma ordenada para poder distinguir errores, detectar potencialidades y amenazas y conservar la experiencia en su totalidad” (p. 150).
A lo largo de los 25 años de trabajo de SIG en el campo de la ECG, la entidad atesora una importante experiencias de un trabajo en el ámbito de la investigación en ECG y en la intervención educativa, un trabajo constantemente evaluado, revisado y mejorado que hoy pretende dar respuesta a una de las recomendaciones que se reiteraron en distintos documentos de evaluación y que se resume en “articular los proyectos con una visión más a largo plazo, que de la posibilidad de traducirlo en distintas fases en la que ahondar en los componentes claves , darle continuidad a las acciones, afianzar motivaciones e incorporar aprendizajes” y “Formar y fomentar al profesorado para que integren y reflexiones sobre los conceptos clave y así integrar en su materia curricular al margen del trabajo conjunto con SIG” (Evaluación externa del proyecto Creando Ciudadanía Global, 2014).
En este sentido, O Globo es el resultado de cuatro años de trabajo de la entidad, en el marco del programa “Horizonte 2030; construyendo liderazgos positivos para una juventud gallega transformadora” implementado entre los años 2017 y 2020, con el fin de dotar a SIG con una herramienta participada, accesible, aceptada, asequible, plural y con vocación de permanencia para la promoción de la ciudadanía global en Galicia y con un elemento vertebrador de la misma, la participación social (entendida como la expresión máxima del ejercicio efectivo de la ciudadanía global) poniendo especial atención a la juventud.
Desarrollo
O Globo, es un salto cualitativo en los procesos de trabajo de la entidad y en los fines de ésta hacia el fomento de la “participación efectiva” de aquellos colectivos y personas a los que nos dirigimos. Se trata de una herramienta educativa y de participación, que al mismo tiempo es observatorio, escuela y espacio de participación, ofreciendo alternativas para la adquisición de conocimientos en materia de participación (formación y referentes), la experimentación de la participación como fórmula de aprendizaje (con especial atención a la juventud) a través de espacios tanto institucionalizados como autogestionados, formales y no formales. En este sentido O Globo aspira a vehicular todo el trabajo socioeducativo de SIG a través de propuestas sobre participación adaptadas a las necesidades de las personas y colectivos con los que trabajamos y a los nuevos modelos de participación basados en la “no institucionalización y menos permanentes en el tiempo”. Con el fin último de generar transformación social, esta herramienta promueve conocimientos, habilidades y valores necesarios para ejercer una ciudadanía global crítica, que piensa y analiza la realidad social, proyecta otros mundos posibles y pasa a la acción.
Sus objetivos se pueden resumir en tres: conocer, reflexionar y transformar la realidad injusta; y para conseguirlos se dota de una arquitectura propia basada en las “micro- experiencias de transformación social” (iniciativas sociales que cuentan con cuatro características: transformadoras, colectivas, horizontales y replicables). Las micro-experiencias se organizan según la tríada Luces-Cámara-Acción como propuesta metodológica que tiene como fin último transformar una realidad determinada.

- Investigación (luces). La participación social necesita de un trabajo de indagación que permita objetivar los datos sobre los que trabajar. Se fortalece la capacidad de búsqueda de fuentes, selección de información, discriminación de mensajes vacíos y contribuye al desarrollo de competencias fundamentales para el individuo.
- Cámara (análisis crítico). Los hechos objetivos resultado de la investigación solo son datos, no son -a priori- buenos o malos si no se interpretan, se trata de realizar un análisis crítico para identificar en ellos situaciones de opresión, vulneración de derechos, injusticia social, etc. favoreciendo la reflexión sobre el impacto de determinados hechos sobre la sociedad. Este análisis crítico tiene su norte en los DD. HH y la Agenda 2030.
- Acción. No hay participación social sin acción. Es el paso definitivo, en el que es necesario que el grupo se implique en la transformación de su realidad haciéndose presente, ofreciendo alternativas y asumiendo liderazgos.
Además de la metodología, todas las micro-experiencias, para dotarlas de coherencia, deben cumplir las siguientes características:
Colectivas: imprescindible trabajo colectivo y reconocimiento mutuo, los/as participantes participan de forma activa y comprometida, no son excluyentes, ya que promueven intereses colectivos y del bien común.
Horizontales: todas las personas deben participar en igualdad de condiciones, fomentando la proactividad, toma de decisiones democrática y directa en asambleas. La responsabilidad es compartida, hay comunicación y acceso a la información.
Replicables: es la capacidad que tienen las iniciativas para crear conocimientos generalizados que pueden ser utilizados con un cierto éxito en diferentes contextos o procesos, para los que será necesario hacer ajustes. Han de ser inspiradoras y que las capacidades y recursos necesarios para llevarlas a cabo estén al alcance de todos sin necesidad de hacer un proyecto de grandes dimensiones.
Transformadoras: la finalidad es lograr un cambio en las situaciones sociales, huyendo de visiones más asistencialistas. Deben rescatar la idea de que los problemas son sociales, son de todos/as y por lo tanto la solución tiene que ser colectiva.
Así mismo, elaboramos una rúbrica de evaluación para las micro- experiencias que permite comprobar el grado de cumplimiento de los criterios (educativos y de transformación social) que persigue O Globo, facilitando que sean medibles en una escala de apreciación de 3 niveles de cumplimiento: contraria, discreta, relevante.
O Globo se materializa en un doble espacio:
- Virtual: habilitado como un espacio web, que busca ser repositorio de las diferentes iniciativas, recopilación de estudios, documentos y recursos didácticos para hacer de estos procesos una experiencia de aprendizaje y participación vivencial.
- Físico: a través de encuentros presenciales. Consta de (al menos) una cita anual en la que se presentan las diferentes iniciativas y colectivos, al que están invitadas todas las personas participantes desde los diferentes perfiles y roles (alumnado, profesorado, SIG, ONGD, colectivos, personas mayores, expertas, investigadoras, medios de comunicación y público general). Los encuentros sirven para comunicar las experiencias, intercambiar aprendizajes, reconocimiento al trabajo realizado, formación, incidencia social y evaluación participativa de O Globo, orientando así la constante incorporación de mejoras.
Cómo desarrollamos el trabajo
En la dimensión de Observatorio. O Globo sirve para dar voz a muchas personas, entidades, colectivos… incluyendo a centros educativos gallegos. No solo alberga microexperiencias, sino que sirve de herramienta para el impulso de nuevas experiencias, interpelando especialmente a la juventud, haciendo que en un mismo espacio puedan convivir proyectos de alumnado, con otro tipo de entidades y colectivos, lo que supone que las personas participantes formen parte de un mundo más amplio, diverso y real.
Formar parte de O Globo es posible mediante dos itinerarios:
- – Itinerario 1: promoción de microexperiencias. Centros educativos, entidades, colectivos… desarrollan una microexperiencia desde el momento inicial con un acompañamiento personalizado por parte de SIG.
- – Itinerario 2: documentación de microexperiencias existentes. Centros educativos, entidades, o colectivos dan forma a sus iniciativas siguiendo el esquema luces-cámara-acción.
- Además, se ofrecen materiales para trabajar la participación social con enfoque de ECG de forma autónoma para las personas interesadas y se complementa estudios e investigaciones que integran la visión local-global, divulgando la Agenda 2030 (ODS) y el trabajo que se realiza a favor de los Derechos Humanos.
Con respecto a la dimensión de Escuela de Participación, O Globo tiene los ingredientes necesarios para ser un recurso para trabajar en los atributos de la ciudadanía global, inculcando los conocimientos, las habilidades, los valores y actitudes que las personas necesitan para contribuir a un mundo más inclusivo, justo y pacífico.
En los últimos años hemos identificado las competencias que O Globo ofrece:
- Cognoscitivas: invita a la reflexión, y para ello se necesita conocer, indagar, sobre la temática a trabajar.
- Habilidades y destrezas para un liderazgo positivo y transformador: hablar en público, llegar a acuerdos de forma consensuada y priorizar los acuerdos colectivos sobre las preferencias individuales, la empatía, saber relacionarse con respeto y afecto, mantener los cuidados, etc.
- Actitudinales: la capacidad de imaginar soluciones, de crear proyectos para el bien común, despertar conciencias y llegar a más personas, la conciencia crítica, poner en valor las diversidades, el optimismo hacia el cambio, el compromiso con la justicia social y la equidad o los intereses por los temas globales.
- La propia metodología de luces- cámara-acción.
Para dimensionar esta característica de escuela, y partiendo de las premisas de que para fomentar la participación es necesario “saber cómo” participar y que no hay transformación social sin participación, realizamos formaciones que unen aspectos teóricos y prácticos para seguir ahondando en cuestiones cívicas y sociales, el activismo, la dimensión global, etc. Pero también dedicamos esfuerzos a retroalimentar las otras dimensiones de O Globo como una manera de optimizar las capacidades adquiridas en las personas formadas, poniendo dichas capacidades al servicio de O Globo convirtiendo a los/as participantes en agentes multiplicadores y, por otro lado, identificando y trabajando con nuevas personas que puedan asumir este rol de réplica como es el caso del profesorado, al que facilitamos formaciones homologadas por la Consellería de Educación o profesionales que trabajan en áreas de juventud y voluntariado.
Con respecto a la dimensión de Espacio, O Globo es y quiere ser ese lugar donde poder ejercer la participación social, efectiva y transformadora. El trabajo de estos años nos lleva a hablar de una participación entendida como aquella vinculada a cuestiones de interés social y cívico. Una acción colectiva, activa, crítica y comprometida orientada al bien común. Con el fin último de cambiar dinámicas generadoras de desigualdad, injusticia, ofreciendo respuestas locales a problemáticas globales. Aquella participación que contribuya a mejorar y transformar capacidades. La idea, es presentar O Globo como ese espacio no institucionalizado, en el que se puede transitar por diferentes lugares en los que ejercer la participación según el momento en el que se encuentra la persona y/o el colectivo. Son tres los espacios que ponemos al servicio de esta dimensión:
- Prisma: órgano rector. Esta comisión abierta de contraste y seguimiento de las acciones, con vocación interdisciplinaria y la necesaria implicación de la comunicada educativa y de los colectivos participantes precisan un espacio donde se puedan debatir contenidos, metodologías y funcionamientos y proponer acciones organizativas y de mejora.
- Encuentro: los encuentros anuales son una gran herramienta para favorecer el intercambio, promover la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades y trasladar las micro-experiencias de transformación a la sociedad.
- La Ruta: en estos años se ha generado una comunidad de personas que han aportado sus conocimientos, energías y motivaciones al proyecto. Esta red flexible (tejida entre personas con mayor o menor implicación, de forma más duradera o puntual), incluye a personas muy diversas que quieren seguir vinculadas a O Globo, por lo que se trata de canalizar esta participación.
Conclusiones
O Globo aspira a ser un referente en materia de participación en Galicia, un espacio conocido y reconocido por su contribución al fomento de una cultura de la participación a través de la generación de conocimientos, habilidades y experiencias de participación social. En este sentido, O Globo pretende, progresivamente en el tiempo, ampliar la proyección de sus recursos incorporando paulatinamente a personas y colectivos y con la intención de mantener el vínculo con todos ellos para retroalimentar los procesos que en el se dan.
En este sentido, el impacto esperado de El Globo se resume en;
- Una juventud gallega más formada y cualificada para ejercer la participación.
- Experiencias de participación social más visibles para el conjunto de la sociedad gallega.
- O Globo como referente social y político para la promoción de la participación.
- Que aquellos colectivos, ajenos al mundo de la cooperación gallega, conozcan y reconozcan la ECG como paradigma para tener en cuenta en el desarrollo de sus actuaciones/actividades.
En este sentido, la estructura SIG y la experiencia acumulada por la entidad en la implementación de iniciativas ECG son garantía de la viabilidad de la iniciativa, así como de su replicabilidad.
El diseño de O Globo y su funcionamiento están pensados para asegurar su sostenibilidad en el tiempo, desde la creación de un órgano de gestión propio (fuera de la entidad promotora) y mediante un planteamiento que haga que las personas y colectivos con los que trabajamos en un año alimenten los procesos de los años siguientes. El trabajo con el profesorado participante hace que el proyecto sea replicable año tras año, se modificará el trabajo de acompañamiento, pero los docentes seguirán trabajando bajo el paradigma del ECG.
Como medidas para maximizar los impactos esperados, contamos con un plan de comunicación, un plan de difusión de los resultados del proyecto y del conocimiento generado, campañas en redes sociales y otras actividades de comunicación previstas.
REFERENCIAS
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