Revista sobre educación y liderazgo educativo DYLE Nº13

DYLE Nº13

Experiencias

Hacia una escuela incluyente

Gracia Rodríguez Fernández

Profesora del Grado Superior de Técnicos de Servicios a la Comunidad

Que nuestras sociedades y nuestras escuelas son cada vez más diversas, no hay duda. Ello hace que se reconozca globalmente la importancia de una educación inclusiva, desde el sentido más amplio de la palabra, como medio para construir sociedades incluyentes en el siglo XXI.

La inclusión educativa, entendida como una educación de calidad para todas y todos los alumnos -una referencia común para todo el alumnado en desventaja-, la defensa de los derechos humanos, la igualdad de género, la innovación y la mejora son valores de nuestro Proyecto Educativo sobre los que organizamos toda la actividad del CEIP Peñamiel, contribuyendo así a la construcción de una sociedad madura, sostenible e incluyente. Figura 1. IMAGEN

Nuestro centro está situado en Sonseca, una localidad de Toledo con una población que supera los 11.000 habitantes, de los cuales algo más del 11% es de procedencia de origen extranjero.

Sonseca es una localidad que cuenta con una amplia oferta de servicios de carácter social y comunitario: centro de juventud, de familia, social, escuelas de deportes, de música, presencia de diferentes ONGs, entre otras. Por tanto, la cultura más inmediata que rodea al colegio hace que existan oportunidades muy valiosas para nuestro centro, como son:

  • Diversidad de recursos educativos, culturales, sociales, etc. en la localidad que se ponen siempre a disposición ante cualquier demanda del centro educativo.
  • Apoyo crucial a los centros educativos desde los servicios sociales básicos y especializados del Ayuntamiento de Sonseca.
  • Trabajo de red de los recursos socioeducativos de la localidad.
  • Entorno reactivo y participativo.
  • Colaboración estrecha entre los centros educativos de la localidad.

Asimismo, las políticas de la administración educativa y social también crean unas conexiones fundamentales para el desarrollo de unas dinámicas educativas y de organización favorecedoras como son: el trabajo de la igualdad de género, de disminución de la brecha social, de compensación de desigualdades, entre otras.

El CEIP Peñamiel surge de la división del colegio matriz de educación infantil y primaria San Juan Evangelista en el 2008. Actualmente contamos con una matrícula que ronda los 500 alumnos y alumnas y una plantilla estable del profesorado.

Centrándonos ya en la micropolítica de nuestra realidad más inmediata, nos encontramos con un centro que cuenta en su análisis de realidad con unas debilidades entre las que destacamos: el predominio de una cultura integradora en el centro, la influencia de metodologías expositivas, una competencia digital de la comunidad educativa mejorable y unas prácticas evaluativas estandarizadas.

Como fortalezas señalar: unos procesos de gestión y organización perfectamente ordenados, un clima de centro favorable, el gran apoyo de la AMPA y de las familias en general, un buen rendimiento académico en todos los niveles y el desarrollo de programas muy consolidados como son el lingüístico, el escolar saludable y el de igualdad de género y prevención de la violencia de género.

Del estudio de realidad nos planteamos en el proyecto de dirección, en consonancia con el proyecto educativo, un gran objetivo: caminar hacia un concepto de escuela nuevo, una escuela incluyente donde la formación, la reflexión, la incorporación de nuevas herramientas y metodologías activas favorecieran la mejora del éxito educativo de todo el alumnado y la mejora de las prácticas educativas. Además de promover la innovación y la igualdad de género como señas de identidad de nuestra filosofía de centro.

La realidad analizada y la formulación de objetivos nos lleva a reflexionar sobre cómo funcionamos, cómo tomamos las decisiones y cómo nos organizamos como institución para poder alcanzar estas metas.

Podemos considerar que en nuestro centro se da un papel importante a la participación de toda la comunidad educativa. Si bien somos conscientes que cuando hablamos de éste ámbito, el de la participación, siempre se puede mejorar. Este descriptor es objeto de estudio en este curso mediante el instrumento “Index for Inclusion” con el que esperamos obtener más información para fortalecer este importante aspecto: la participación de toda la comunidad educativa.

La participación se hace efectiva con diferentes actuaciones. En el caso del alumnado contamos con una estructura propia como son las aulas democráticas. Dos representantes de cada clase, paritariamente en base a nuestro valor de igualdad de género como uno de los ejes vertebradores del proyecto educativo, participan en esta organización de centro que es coordinado por la responsable de convivencia. Las aulas democráticas se iniciaron a partir de una inquietud, que había en el centro, hace ya más de cuatro cursos, con objeto de dar voz, presencia y aprendizaje al alumnado. Voz para permitir un cauce donde poder expresar inquietudes, necesidades y opiniones. Presencia, pues el alumnado es protagonista en los procesos de enseñanza y aprendizaje y parte importante en el centro y como tal debemos garantizar su participación. Aprendizaje, pues contar con aulas democráticas es una oportunidad para aprender democracia en sentido más amplio, para tomar decisiones basadas en la opinión y participación de todas y todos, en definitiva, una oportunidad para promover el ejercicio de la ciudadanía. La participación de representantes de cada una de las clases asegura abordar necesidades comunes a todas las aulas, tomar decisiones colegiadas entre todos y todas y dar respuesta a otras necesidades particulares que pueda tener cada grupo.

La participación del alumnado también se hace posible mediante la representación en el consejo escolar de centro. Contamos con dos alumnas consejeras, elegidas por sus compañeros y compañeras, que toman un papel activo canalizando necesidades. Les damos una participación activa dedicando en el funcionamiento del consejo algún punto de su interés en el orden del día. Además, para ejercer ese liderazgo entre el alumnado, les hacemos partícipes también en la dinamización de las aulas democráticas, entre otras actuaciones.

En cuanto a la participación de las familias, debido a la actual situación sanitaria, la canalizamos, más que con estructuras participativas de presencia en el centro -que será uno de los horizontes al que mirar en el futuro-, con una puntual y adecuada información. Contamos con un plan de comunicación diseñado en el que se proporciona una información de los aspectos más generales de organización y de funcionamiento en la plataforma educativa oficial y también a través de la figura de madres y padres enlace. Esta es un canal que propusimos a la AMPA del centro y que se ha desarrollado con éxito. Los padres y madres enlaces son representantes de cada una de las clases, que desempeñan principalmente una tarea de transmisión de información a través de un grupo de mensajería de teléfono gestionado por la asociación de madres y padres. Esta medida nos sirve para que la información, que previamente se ha enviado por la plataforma educativa, llegue a través de esta otra vía con la que los padres y madres están más familiarizados y que resulta, en muchos de los casos, más accesible. De este modo, la información llega a más familias, especialmente a las familias más vulnerables, que en muchos de los casos son de brecha social.

La participación de la AMPA nos parece esencial. La asociación nos presta un apoyo decisivo ya que canaliza y da voz a necesidades e inquietudes de padres y madres. Apoya al centro adquiriendo materiales educativos, didácticos o de otra índole. Enriquece la vida del centro con el desarrollo de diferentes actividades. La comunicación y coordinación con la junta directiva de la AMPA es continua y esencial en todo este proceso.

De igual forma, se mantiene una relación fluida con los miembros representantes de padres y madres del Consejo escolar. Cuando hemos planteado necesidades y propuestas de trabajo con el Ayuntamiento, los padres y madres consejeros participan en las reuniones y en las comisiones de trabajo que organizamos desde el centro para atender a las necesidades de mantenimiento, de dotación de materiales, u otras que puedan ir surgiendo.

En cuanto a la organización de la participación del profesorado, destacar que las sesiones de claustro, Consejo escolar y CCP son activas y lo más participativas posibles. En el caso de los claustros, realizados mensualmente, se pretende en todos los momentos posibles que se pueda llevar a esta estructura cualquier asunto para reflexionar, organizar y poder determinar una estrategia de actuación.

Se funciona también a través de comisiones de docentes para dar respuestas planificadas en diferentes ámbitos: comisión del plan lector, comisión escolar saludable, comisión del equipo Covid, etc. Estas comisiones las definimos a principios de curso y gestionan sus propuestas y funcionamiento con autonomía.

Los diferentes miembros de la comunidad educativa hacen efectivo que el engranaje interno funcione. Sin embargo, como decíamos anteriormente, el contexto de la comunidad facilita con excelencia esta tarea. Desde el centro educativo, desde una filosofía incluyente, con el decidido empeño en estar abiertos a la comunidad nos coordinamos con diferentes agentes externos: asociaciones, entidades y otras instituciones que trabajan con el alumnado.

Además de las coordinaciones de carácter individual hay otras con los diferentes recursos de la comunidad, como por ejemplo con las diferentes Concejalías o las Coordinaciones en el marco de la Comisión de absentismo local, mediante un trabajo en red de las y los profesionales socioeducativos. En esta Comisión nos reunimos al menos cada dos meses para establecer intervenciones conjuntas.

Del trabajo que venimos desarrollando hemos podido ir obteniendo logros que valoramos positivamente:

  • Reconocimiento de centro de buenas prácticas en el trabajo de la igualdad de género y de la prevención de la violencia de género. Participación en la Jornada organizada de Buenas Prácticas: “Generando Igualdad” del Centro Regional de Formación del Profesorado. Curso 2020-2021.
  • Puesta en valor por el Gobierno Regional del proyecto que desarrolla el CEIP Peñamiel (en prensa). Celebración día del libro. Curso 2020-2021.
  • Participación en el programa de Innovación: “Caminando hacia la inclusión” como un centro de referencia en inclusión. Segundo curso de desarrollo. Seleccionado y propuesto por la Consejería de Educación, Cultura y Deporte para trabajar en tándem con otros centros seleccionados.

Entre las dificultades encontradas podemos señalar: la falta de tiempo para reflexionar como organización sobre ámbitos de participación, de presencia, de aprendizaje, de organización interna, etc.

Por otro lado, la situación de pandemia que vivimos frena una mayor presencia de las familias en la vida diaria del centro. Confiamos en que pronto pueda hacerse realidad y traiga muchos beneficios para toda la comunidad, para que hagamos de la escuela una escuela comprometida con la sociedad que queremos construir, una sociedad incluyente. Una escuela que es, como dijo John Dewey, no una preparación para la vida sino la vida misma. Una escuela en la que la sociedad que queremos y que soñamos no esté fuera de la escuela, sino cada día dentro de nuestra escuela

Bibliografía

AAVV. (Coord. Susinos R. Teresa) (2018): Cuando todos cuentan. Experiencias de participación de estudiantes en las escuelas. Editorial La Muralla. Madrid.

Booth T, Mel Ainscow (2011): Index for Inclusion. Guía para la educación inclusiva. Desarrollando el aprendizaje y la participación en los centros escolares.

Dewey, J. (1970). Democracia y Educación. Editorial Losada. Buenos Aires.

Echeíta, G (2017): Educación inclusiva. Sonrisas y lágrimas. Aula Abierta, 46, 17-24

Echeíta, G. (2013). Educación inclusiva. De nuevo, voz y quebranto. Revista Iberoamericana de calidad y eficacia escolar, 11(2)99-118.