Como resultado de la promulgación de la Constitución Federal de Brasil, el 5 de octubre de 1988 (CF/1988) y de las luchas de los movimientos populares por la redemocratización del país, se implementaron varios mecanismos, procesos e instrumentos democráticos y de participación con miras a incidir en los procesos de toma de decisiones en el contexto de las políticas sociales. En el ámbito educativo, en la búsqueda de una mejor organización en el sistema y sus instituciones, se llevaron a cabo diversos foros de discusión, evaluación y proposición de políticas y propuestas pedagógicas, como los Consejos de Educación (Nacional, Estatal, de Distrito y Municipal), Foros de Educación, Consejos escolares, entre otros.

A partir de 2003 se concretaron importantes políticas y propuestas del gobierno federal con la elección del presidente Lula da Silva (2003-2010), con el objetivo de ampliar los derechos sociales y, por tanto, la materialización del CF/1988, sin romper, sin embargo, con el proceso de globalización y sus macropolíticas orientadas a la expansión del capital. A pesar de los límites, es importante destacar los avances en los espacios tradicionales del poder político y la expansión de los derechos sociales y colectivos, con énfasis en la educación.

Cabe destacar la creación del Foro Nacional de Educación (FNE), a través de la Ordenanza 1407/2010 del Ministerio de Educación (MEC), como “un espacio de diálogo entre la sociedad civil y el Estado brasileño”. Además de ser un importante espacio de participación de la sociedad civil organizada y el gobierno federal, el Foro tuvo a su cargo la realización de las Conferencias Nacionales de Educación (Conaes), las cuales se llevaron a cabo en 2010 y 2014.

Después de una larga discusión, con la participación activa de la sociedad civil y política, el Plan Nacional de Educación (PNE) fue aprobado por el Congreso Nacional y sancionado sin veto por la Presidenta Dilma Rousseff (2011-2016) mediante la Ley 13.005/2014, en cumplimiento con lo dispuesto en el artículo 214 del CF/1988. El PNE (2014-2024) establece 20 metas, así como directrices y estrategias para la educación nacional. El segundo mandato de la presidenta Dilma Roussef, iniciado en 2015, estuvo marcado por importantes disputas entre el Congreso Nacional y el Gobierno Federal, que desembocaron en un golpe de Estado en 2016.

Tras el impeachment a la presidenta Dilma Roussef, asumió la presidencia Michel Temer (2016-2018), cuyas alianzas estaban encaminadas a intensificar las políticas conservadoras de ajuste fiscal frente a la expansión de las políticas sociales. La reforma laboral, la aprobación de la Enmienda Constitucional 95/2016 y la propuesta de reforma del modelo de bienestar, entre otras, muestran la adopción del ideal neoliberal como base para sostener el golpe parlamentario y el mantenimiento del gobierno. En el área educativa, se produjeron varios retrocesos en las políticas de educación básica (Reforma del Bachillerato y aprobación de la Base Curricular Nacional Común) y en Educación Superior (recortes presupuestarios, procesos de desregulación de cursos e instituciones, intervención en la elección de rectores), entre otros. Cabe destacar el abandono e incumplimiento de las directrices, metas y estrategias del PNE y la intervención unilateral del Gobierno Federal en la FNE y en la recomposición del Consejo Nacional de Educación (CNE). Este contexto de retrocesos requirió la rearticulación de las entidades de la sociedad civil y, tras la desfiguración de la FNE, se creó el Foro Nacional de Educación Popular – FNPE (https://fnpe.com.br/), por iniciativa de entidades progresistas del campo de la educación.

Es importante destacar la creación de la FNPE, integrada por más de treinta entidades académicas, sindicales, estudiantiles y de movimientos sociales, consolidada como un espacio político-pedagógico de lucha y resistencia a los retrocesos en el ámbito educativo. En este sentido, el Foro organizó una amplia, participativa y plural Conferencia Nacional Popular de Educación (CONAPE), realizada del 24 al 26 de mayo de 2018 en Belo Horizonte (MG), teniendo como ejes centrales de lucha y proposición la defensa del PNE y la institución del Sistema Nacional de Educación (SNE).

Con la elección del presidente Bolsonaro, a mediados de 2018, se refuerza la agenda neoliberal y ultraconservadora. Se iniciaron reformas y acciones gubernamentales para fortalecer aún más las políticas neoliberales, incluyendo la reanudación y profundización de la propuesta de reforma del bienestar, la intensificación del proceso de privatización pública y, por ende, un amplio conjunto de retrocesos en materia de políticas públicas sociales. En el ámbito educativo, hay una reorientación conservadora de políticas, atentando contra la autonomía de las instituciones, el incumplimiento del PNE y la adopción de importantes recortes en los presupuestos, con especial énfasis en las instituciones federales de educación superior (IFES) y en educación básica pública, así como la propuesta y creación de escuelas cívico-militares, defensa de la educación en el hogar, entre otros. El proceso pandémico, derivado del Covid-19, intensifica este complejo escenario de reveses.

En este contexto, la FNPE, compuesta en 2021 por 44 entidades del campo educativo brasileño, se consolidó como un espacio y actor institucional de la sociedad civil organizada, con un rol amplio y legitimado, por su importante papel de articulación, discusión, evaluación y propuesta de políticas educativas con fuerte incidencia en diversos espacios, incluso en el legislativo brasileño.

Fortalecida a partir de varios enfrentamientos públicos donde denuncia los retrocesos de las políticas vigentes, retoma la defensa del Estado de derecho democrático y las políticas sociales, la FNPE organiza, en todo el territorio nacional, en alianza con entidades locales, en 2021, las jornadas preparatorias del CONAPE, que se desarrollarán en Natal-RN en 2022.

CONAPE 2022 tiene como tema central de su Documento de Referencia “Reconstruyendo el País: la reanudación del estado de derecho democrático y la defensa de la educación pública y popular, con una gestión pública, gratuita, democrática, laica, inclusiva y de calidad social para todos/as/es”. Y su lema, en el año del centenario del educador Paulo Freire, “La educación pública y popular se construye con democracia y participación social: no a los recortes de derechos y en defensa del legado de Paulo Freire”.

CONAPE 2022 moviliza, en sus etapas preparatorias, un grupo significativo de sujetos en el campo educativo: docentes, investigadores, estudiantes, empleados, padres, madres y tutores en diversos espacios, como conferencias gratuitas, municipales, regionales, estatales y de distrito. Las Conferencias Previas, con un alto nivel de movilización, así como el CONAPE 2022, se organizan mediante la autofinanciación y el esfuerzo solidario de las entidades, constituyendo un espacio de discusión y formación político-pedagógica, gestión y movilización de la sociedad en defensa de la democracia y la reanudación del Estado de derecho democrático, y defensa de la educación, con el PNE como eje de sus luchas y propuestas. Así como la defensa de un concepto de educación democrática definida como pública, pública y popular, con gestión pública, libre, laica, inclusiva, democrática y de calidad social.

La FNPE, a través del Documento de Referencia de CONAPE 2022, se opone a los retrocesos vividos en las políticas sociales, especialmente la educación, señalando la construcción, a través de luchas y resistencias, de un horizonte proposicional de avances y construcción de un proyecto de nación soberana y estado democrático en defensa de la democracia, la vida y los derechos sociales. En ese sentido, enfatiza que: “La educación nacional, pública (con gestión pública), gratuita, laica, inclusiva, democrática y de calidad social es el pilar de las sociedades democráticas y soberanas (CONAPE, 2022)