DYLE Nº3

Los indicadores y la evaluación educativa
Fernando Andrés Rubia
Maestro y sociólogo. Director de la revista Forum Aragón
Posiblemente el proceso de globalización y las mejoras en el acceso a la información han animado las comparaciones entre los diferentes sistemas educativos y el diseño de herramientas que nos permitan valorar las diferencias en los contextos, en el funcionamiento de la enseñanza y en los resultados. Los organismos internacionales, nacionales y, también aquí, los autonómicos han potenciado sistemas de información útiles para evaluar los aspectos más destacados de la escolarización y los procesos educativos. A nivel internacional la UNESCO fue el organismo pionero en el desarrollo de comparaciones territoriales al que siguió la OCDE. En España se publica anualmente un informe basado en los indicadores de la OCDE y numerosas comunidades autónomas han puesto en marcha sus propios institutos de Evaluación que elaboran indicadores y aportan información sobre sus principales características.
Xavier Chavarría y Elvira Borrell son dos especialistas en evaluación, compañeros reconocidos del FEAE de Catalunya, y de su trabajo en colaboración han surgido un buen número de publicaciones en torno al tema. En general, se trata de herramientas útiles para los docentes y los directivos entre las que destacamos: Avaluació de la funció directiva (1999); La planificación y autoevaluación del trabajo de los directivos de centros docentes (2001); Evaluación de centros educativos: aspectos nucleares (2004); Evaluación de centros para la mejora de la calidad (2013); y Evaluación persuasiva. Una aplicación del modelo ECCEO (2017).
El libro que nos ocupa en esta ocasión está dedicado a los indicadores en educación y su construcción. Los indicadores se encuentran muy presentes hoy tanto en la presentación de información relacionada con la educación como en la toma de decisiones y se incorporan a la evaluación en sus distintos niveles: el propio sistema educativo en su conjunto, los centros educativos o los docentes en su actividad de aula. El libro pretende ser un acercamiento al complejo mundo de los indicadores (cuantitativos y cualitativos) comenzando desde un punto de vista divulgativo, llegando después a su aplicación y terminando en su construcción mediante el necesario aparato matemático.
Siguiendo esta línea, de lo más simple a lo más complejo, los autores hacen una introducción al concepto de los indicadores, sus características y su contenido. Continúa con ejemplos internacionales frecuentes de indicadores aplicados a los diferentes niveles: sistema educativo, centros docentes y programas o proyectos. El libro avanza en complejidad incluyendo un análisis de los requerimientos técnicos que deben cumplir los indicadores. El siguiente capítulo nos habla de su elaboración, de cómo hacerlos operativos, de sus limitaciones y de las dificultades más frecuentes. El último capítulo está dedicado a las rúbricas, parten de los descriptores de los indicadores cualitativos para llegar a su construcción.
El libro está lleno de ejemplos aclaratorios, tanto del mundo educativo como de fuera de él, que pueden servir de modelos tanto para su mejor comprensión como para la construcción de otros nuevos. Es por tanto un libro útil para introducirse en un mundo complejo pero cada vez más imprescindible