Revista sobre educación y liderazgo educativo DYLE Nº 15

DYLE Nº 15

Monográfico

Centro educativo y espacios de colaboración en el ámbito del municipio

José Luís Muñoz Moreno

Departament de Pedagogia Aplicada - Universitat Autònoma de Barcelona

Sara Colorado Ramírez

Departament de Pedagogia Aplicada - Universitat Autònoma de Barcelona

Apertura del centro educativo al entorno

La respuesta a algunos de los retos del centro educativo demanda de un compromiso auténtico con la mejora de la educación por parte de cada comunidad, así como del entorno en el ámbito del municipio. Su implicación en el centro educativo toma sentido porque es en este dónde los aprendizajes se dan de forma ordenada y sistemática. No obstante, el alumnado también aprende en casa y en otros escenarios y situaciones socioeducativas.

El centro educativo ejerce su función educadora compartiendo propósitos con otras entidades y agentes socioeducativos del entorno próximo. El compromiso del centro educativo con su entorno, y con sus entidades y agentes socioeducativos, necesariamente debe girar alrededor de actuaciones educativas comunes en las que se compartan los valores pretendidos.

Las demandas educativas, culturales y sociales del ámbito municipal, invitan a reconstruir el mismo sentido y significado del centro educativo. Así, este debe contemplarse como lugar de formación permanente y espacio de síntesis cultural. Cuando el centro educativo se abre a su entorno también se compromete con el respeto y fomento de valores colectivos imprescindibles como el diálogo, la solidaridad o la colaboración.

Está lejos de cuestionarse la influencia que el entorno tiene sobre las actitudes, los comportamientos y los valores del alumnado como futura ciudadanía. De ahí que el centro educativo contemple a entidades y agentes socioeducativos del municipio para el desarrollo de acciones conjuntas. Supone esto, por ejemplo, abrir el centro educativo al municipio, o implicarse con las entidades y los agentes socioeducativos en la concreción de propuestas dentro y fuera del centro educativo.

Desde esta perspectiva, la relación del centro educativo con su entorno tiene que avanzar en su mayor apertura. Se trata de que acontezca un centro cultural abierto a todos, recibiendo aportaciones socioculturales y educativas, aprendiendo de las propuestas que se le presentan, o colaborando en el desarrollo de las alternativas que se le exponen.

El centro educativo, como creación social, tiene que ser sensible a las necesidades y demandas de su entorno. Lo puede ser incidiendo en su mejora educativa, cultural y social, a la vez que favoreciendo el crecimiento individual y colectivo desde el trabajo conjunto. Esto enlaza con fortalecer el sentido comunitario en municipios plurales, diversos y respetuosos, y cuyo desarrollo depende muchas veces del grado de cohesión que hay entre sus miembros, pero también de la relación que el centro educativo mantiene con entidades y agentes socioeducativos de una misma realidad local.

En cualquier caso, el centro educativo tiene que garantizar, en las tareas que lleva a cabo en materia de valores, una buena convivencia tanto en su contexto institucional como en su entorno municipal. Tiene que ver esto con asumir un mayor protagonismo institucional en la vinculación con el entorno municipal, y con superar la simple relación específica con las familias del alumnado. En el fondo, se trata de estimular la participación social en la educación.

La colaboración como camino

El centro educativo cada vez más tiene que adaptarse a un entorno en cambio constante. La colaboración entre centro educativo y entidades y agentes socioeducativos del municipio es real, permitiendo mejorar el conocimiento recíproco, participar en iniciativas comunes, establecer redes y otros compromisos. Lo importante es que las colaboraciones estén apoyadas en el soporte y la confianza mutua.

El municipio ahora pasa a ser un actor educativo y una fuente de aprendizaje. Constituye un nivel relevante para la colaboración en la educación, al mismo tiempo que se convierte en un espacio de gestión educativa propicio debido a su proximidad con las necesidades y los intereses del centro educativo y de sus entidades y agentes socioeducativos.

La colaboración entre centro educativo, entidades y agentes socioeducativos del municipio alienta la delimitación de ámbitos diversos de actuación como la articulación de actividades complementarias a la oferta educativa habitual, la implementación de acciones educativas con carácter transversal, etc. Estas actuaciones, y otras, quedan vehiculadas desde la interacción del centro educativo con el entramado de entidades y agentes socioeducativos del municipio. No debe perderse de vista que una práctica eficaz de la colaboración comporta que quienes se comprometen a ella tengan claras las metas a lograr, y no olviden que se requieren tiempos, recursos y esfuerzos.

Situada la colaboración como camino a seguir, es oportuno destacar que entidades y agentes socioeducativos del municipio contribuyen a reforzar el quehacer del centro educativo promoviendo colaboraciones interinstitucionales y coordinando esfuerzos educativos, culturales y sociales generados por el mismo entorno. En la otra dirección, el centro educativo también asiste a la construcción del municipio reforzando el sentimiento de pertenencia e identidad, cooperando en actuaciones conjuntas o comprometiéndose con iniciativas educativas, culturales y sociales. De este modo, se justifica la conveniencia de avanzar hacia un centro educativo abierto, flexible e inclusivo, siendo oportuno impulsar espacios donde entidades y agentes socioeducativos del municipio puedan realizar aportaciones complementarias.

La Roca del Vallès: cultura popular, educación y arte urbano

El espacio de colaboración que comentamos aquí en el municipio de La Roca del Vallès (Barcelona) se ha dado, principalmente, entre la entidad de cultura popular Diables La Roca y el Instituto de Educación Secundaria de La Roca del Vallès, con motivo del 20º aniversario de la entidad cultural. Durante el curso escolar 2021-2022 ambas instituciones se plantearon el reto de pintar, junto con la participación del alumnado, un mural conmemorativo del aniversario. Así, se abría una oportunidad para relacionar contenidos de la asignatura de Educación Visual y Plástica del 4º curso de la ESO, y también alcanzar variados propósitos socioeducativos: analizar los valores funcionales, estéticos, culturales y discursivos en las artes aplicadas y del diseño; aplicar el uso de la técnica del grafiti, comprendiendo su origen y sentido; planificar el proceso de creación artístico; elaborar proyectos artísticos creativos y cooperativos; diseñar una representación artística favorecedora de la conciencia social; y contextualizar la entidad cultural en su entorno sociohistórico.

La iniciativa inspirada en el trabajo colaborativo de la entidad cultural, el centro educativo y el arte urbano de grafiteros servía para formar espectadores, educar la sensibilidad artística y atraer a nuevos públicos para las artes visuales y plásticas, propiciando el desarrollo personal, cultural, social, intelectual y emocional del alumnado. El centro educativo y la entidad cultural valoraron positivamente hacer entrar en las aulas la cultura popular y el arte urbano, rompiendo todo tipo de prejuicios y estereotipos.

La experiencia favoreció que el arte urbano se convirtiera en una herramienta valiosa para que el alumnado, el centro educativo y la entidad cultural pudieran mejorar en términos de comunicación, confianza mutua y cooperación. El trabajo conjunto entre la entidad cultural y los grafiteros abrió espacios interesantes de soporte y solidaridad. De hecho, los grafiteros acompañaron al alumnado en todo el proceso de creación y desarrollo artístico. Por otra parte, la comunidad local fue consciente de todo el proceso implementado, y el alumnado pudo aportar a su municipio una creación colectiva para compartirla y disfrutarla entre todos.

El proceso seguido transitó por las siguientes etapas:

DIAGNÓSTICO

Se hizo una reunión inicial entre entidad cultural e instituto para explorar vías de colaboración con impacto socioeducativo. Se creó una comisión mixta de trabajo que coordinaría las actuaciones y su implementación.

PLANIFICACIÓN

La entidad cultural y los grafiteros intervinieron en los grupos-clase de 4º de la ESO, explicando las actuaciones, el proceso y el calendario. En las sesiones trasladaron los criterios de evaluación, decidieron con el alumnado el muro a pintar, determinaron elementos identitarios de la entidad cultural y trabajaron diversos contenidos (técnicas del grafiti, cálculo de escalas, fuentes y formas, etc.).

DESARROLLO

A lo largo de 3 semanas el alumnado trabajó sus propuestas de diseño del mural en grupos cooperativos. Las propuestas se hicieron llegar a la entidad cultural para su valoración. Después, se acordaría la propuesta definitiva que sería trasladada por los grafiteros durante una semana sobre las paredes del instituto.

APERTURA

Todo el proceso se dio a conocer al municipio y su ciudadanía a través de las redes sociales, para reforzar alianzas, valorar la aportación del alumnado y estimular el arte urbano. El mural se finalizaría e inauguraría en la Feria de Entidades del municipio, que es un actividad festiva y abierta a toda la comunidad. Allí el alumnado terminaría de pintar el mural y lo firmaría. Además, se aprovechó para reconocer públicamente al instituto y a su alumnado su implicación.

El valor más destacado arrojado con la intervención ha sido el de un aprendizaje colectivo extraordinario. Se ha aprendido que lo propio también es de todos y para todos. La conexión entre cultura popular, educación y arte urbano ha incidido en la transformación sociocultural y educativa del entorno y su espacio público. Lo sustantivo ha sido estimular la participación social de los jóvenes, siendo sensibles a este derecho, comprendiendo que el patrimonio cultural y artístico interpela a todos y que, desde aquí, es posible construir comunidad.

Avanzar en trabajar en red

La colaboración es notoria cuando el centro educativo emprende actuaciones comprometidas con las entidades y los agentes socioeducativos del municipio, solo posibles desde planteamientos participativos por la mejora educativa, cultural y social. La implicación de entidades y agentes socioeducativos del municipio en el centro educativo insta a pensar en redes desde procesos dinámicos, ubicados en contextos determinados y estimuladores del intercambio.

Trabajar en red es practicar la colaboración sistemática, coordinada y complementaria, capaz de tejer complicidades, sinergias y relaciones en espacios comunes, abiertos y diversificados, para conseguir propósitos comunes mediante actuaciones concretas. Cabe avanzar en trabajar en red inspirándose en el aprendizaje mutuo y colectivo a través de la reflexión crítica, la autoevaluación y la compartición de conocimiento. Esto posibilitaría al centro educativo compartir desafíos, acceder a nuevos retos, acelerar el desarrollo de propuestas educativas, aprender de prácticas innovadoras, y fomentar la interacción social y la reciprocidad.

De ahí que el centro educativo deba asumir su responsabilidad en la creación de redes de las que pueden formar parte entidades y agentes socioeducativos del entorno. Ha quedado claro que el trabajo en red puede vehicularse con el trabajo sistemático de colaboración entre quienes intervienen en una misma realidad local. Ejemplos como el de La Roca del Vallès son viables y posibilitan el engranaje de redes de colaboración.

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Mural del 20 Aniversario de Diables de La Roca del Vallès.